Evasión

El chef Antonino Cannavacciuolo, el más querido de Italia, tiene una receta perfecta para preparar la pasta

Plato de pasta

Víctor Ruiz

La gastronomía de cada país tiene características únicas que se basa tanto en productos locales como la tradición de cada pueblo. Y, si hay que escoger un destino en el que su comida sea un reflejo de tradición, Italia es el lugar indicado.

Ha sido el queridísimo chef Antonino Cannavacciuolo, galardonado con una estrella Michelín, el que ha reinterpretado un gran clásico de la cocina italiana. Se trata de la receta de espaguetis con ajo, aceite y peperoncino (pimientos picantes).

Esta delicia, como cualquier buena pasta italiana, se prepara con espaguetis cocidos al dente y condimentados con ajo y peperoncino. Luego se baña en una salsa especial preparada con yemas de huevo, leche y nata para finalmente espolvorear un poco de pan rallado crujiente con un regusto a limón y perejil.

Es cierto que, a pesar de su sencillez, este no es un plato para una ocasión cualquiera. Su fragancia y sabor hacen que sea el plato ideal para una comida refinada o una cena especial.

Ingredientes

Para la crema de ajo

  • Leche 450 ml
  • 3 yemas de huevo
  • Crema fresca sin azúcar 120 ml
  • 8 dientes de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto

Para el pan sazonado

  • 3 rebanadas de pan de sándwich
  • Un diente de ajo
  • Ralladura de un limón
  • Perejil, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto

Para los espaguetis

  • 360 gr de espaguetis
  • 2 dientes de ajo
  • 1 chile fresco
  • Queso parmesano rallado
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto

Paso a paso para la pasta

Lo primero en esta receta es preparar la crema de ajo. Para ello se dejan a remojo los dientes de ajo durante 5 minutos para que se pelen más fácil, luego quítales el corazón para que no repitan tanto y colocalos en una cacerola con agua y 40 ml de leche. Para que queden bien se deben escurrir pasados los 5 minutos y repetir el proceso, con agua y leche nueva, al menos tres veces. Por último cuecelos solo con leche un par de minutos: aquí el ajo debe estar blando y deshacerse entre los dedos.

Escurre bien los dientes y pasalos a un bol para triturarlo con un brazo de cocina hasta obtener una crema homogénea que luego se tendrá que sazonar con sal y reservar.

Coge un bol y bate las yemas de huevo, mientras que pones a hervir 250 ml de leche. Luego echa a la mezcla de yemas dos cucharadas de leche para que empiece a emulsionar y remueve bien. Pásalo todo a la cacerola y cocina a fuego muy lento hasta llegar a los 83ºC.

Pasa la mezcla de leche y yema a un recipiente grande con la ayuda de un colador y deja que enfríe.

Cuando esté a temperatura ambiente se añade la crema de ajo y se deja repasar.

Es el momento de batir la nata fresca hasta que se formen picos de espuma, pero sin que quede demasiado firme. Sigue incorporando con cuidado el resto de ingredientes, usa movimientos envolventes para que no se desinfle la nata. Por último añade un poco de aceite, sal y pimienta y deja reposar en la nevera.

El momento del crujiente empieza. Quitale los bordes al pan de molde, tritúralo y pásalo por una sartén. Añade un chorrito de aceite, el ajo y el perejil finamente picados, y sal, y tuesta a fuego medio durante unos minutos, hasta que el pan rallado esté dorado y crujiente. Retira del fuego y añade un chorrito de aceite, un poco de pimienta y la ralladura del limón.

Ahora se comienza a preparar la pasta. Mientras se cuecen los espaguetis, se pone otra cacerola para freír un diente de ajo, la guindilla cortada por la mitad y se añade poco a poco dos cucharadas del agua de cocción de la pasta. Ve reduciendo el líquido a fuego alto.

Importante que saques la pasta 3 minutos antes del tiempo indicado en el paquete y pásalos a la cacerola. Termina la cocción en la olla añadiendo un poco de agua caliente.

Retira del fuego y condimenta. Para emplatar individualmente se pone la pasta con dos cucharadas de la nata que se ha preparado y un poco de pan crujiente.