Todo lo que sabemos sobre la segunda y esperada parte de 'El diablo viste de Prada'

El corazón frío e impenetrable de Miranda Priestly (Meryl Streep) parecía empezar a descongelarse al final de la película El diablo viste de Prada (disponible en streaming en Disney+, Max y Netflix), pero de eso han pasado ya casi 20 años. Ahora, la poderosa editora jefe de la revista de moda ficticia Runway tendrá que demostrar si sigue siendo esa perfeccionista y temida mujer en la ya confirmada segunda parte de la película, que volverá a estar protagonizada por Streep y Anne Hathaway y se estrenará en cines en mayo de 2026.

Así lo confirma Century Studios a través de Instagram con un video en el que se escuchan las voces de las actrices y se muestra el icónico zapato rojo de tacón en forma de tridente sobre un fondo blanco, el mismo que protagonizó el cartel de la primera cinta. Las grabaciones de esta secuela empezaron el lunes, y como se avanzaba, contará con el reparto de lujo que consiguió instalarse en el imaginario colectivo de todas: Meryl Streep, Anne Hathaway y Emily Blunt.

Las nuevas incorporaciones serán Stanley Tucci y Kenneth Branagh. Este último será nada más y nada menos que el esposo de la mismísima Miranda Presley, el personaje que interpretó Meryl Streep magistralmente en la primera parte.

La película, que fue un éxito tanto en taquilla como entre la crítica y logró recaudar más de 326 millones de dólares a nivel mundial, está inspirada en el libro del mismo nombre de la escritora Lauren Weisberger, publicado en 2003. Al igual que la película, el libro narra la historia de Andrea Sachs, una joven periodista que consigue trabajo como asistente de la poderosa y temida editora de moda Miranda Priestly en la revista ficticia Runway. Aunque al principio cree que es solo un paso para su carrera como escritora, Andy se ve consumida por las exigencias absurdas y el entorno despiadado del mundo editorial de lujo.

Una de las partes que más atraparon -y siguen atrapando- al público es que el personaje Meryl Streep se inspira abiertamente en Anna Wintour, la mitiquísima directora de Vogue que dejaba su cargo la semana pasada tras tres décadas al frente. Pese a que la autora del libro nunca lo confirmó directamente, en su juventud Weisberger fue asistente personal de Wintour, por lo que la evidencia habla por sí sola.

Ya existe segunda parte literaria, pero no será la misma

El libro cuenta con una secuela titulada Revenge Wears Prada: The Devil Returns (La venganza viste de Prada), que se publicó en 2013. En esta parte, han pasado diez años desde que Andy Sachs dejó a Miranda Priestly plantada en París. Ahora, Andy es editora de una exitosa revista de bodas llamada The Plunge, que fundó junto a su antigua enemiga convertida en mejor amiga: Emily Charlton. Andy está comprometida con Max Harrison, un apuesto heredero de una familia de medios, y su carrera parece ir viento en popa… hasta que reaparece Miranda.

La poderosa directora de Runway quiere comprar su revista. A partir de ahí, Andy comienza a notar que su vida —personal y profesional— se está tambaleando. Viejos traumas, lealtades cuestionadas y la posibilidad de volver al infierno que tanto quiso dejar.

Los amantes de la saga seguro que querrían ver a Streep como la megajefa que quiere comprar la revista y a Andy como aquella chica sensible e inteligente que se encuentra, de nuevo, en una encrucijada. Pero no. Lo que se ha podido saber del argumento -que aún se mantiene bajo llave- es que, esta vez, Miranda tendrá que enfrentarse a los retos del mundo digital y el desafío de supervivencia de las revistas impresas.

Emily Brunt, la exasistente malhumorada de Priestly en la primera parte y enemiga de Andy, es ahora una alta ejecutiva que controla los presupuestos publicitarios que la jefa de Runway necesita para salir a flote. De Andy aún no se tienen datos concretos, pero seguro que volverá a cautivarnos con esa inocencia -ya algo perdida- y capacidad para desconcertar hasta a la propia Priestly.

"¿Eso es todo?", diría con tono pausado y despiadado Miranda, acompañado de una expresión facial imposible de leer. Y sí, lo es de momento, pero las enamoradas de esta frívola, pero profunda, historia ya estamos contando los días para volver a ver a Streep sentenciar -y fulminar- con sólo una palabra.