Evasión
César Fernández, enólogo: "Nunca cometas este error a la hora de servir un vino"
- El experto explica cuáles son los fallos más comunes en el consumo de esta bebida
- César Fernández, enólogo de El Coto de Rioja: "Este es el mejor vino para acompañar los platos del verano"
- La forma correcta de guardar un vino abierto para que dure mucho más tiempo en la nevera
Gloria Martínez
Con la llegada del verano, las bebidas refrescantes cobran un papel protagonista en nuestro día a día. El vino es uno de los productos más consumidos en el periodo estival, pero es fundamental servirlo de manera adecuada y evitar caer en alguno de los errores más comunes.
El enólogo y Director técnico de El Coto de Rioja, César Fernández, explicó a elEconomista cuáles son los errores más comunes a la hora de servir y consumir un vino. Muchas personas no tienen las nociones básicas y caen en fallos que pueden perjudicar el producto y hacer que sepa diferente. Afortunadamente, el experto tiene los consejos definitivo para evitar estos problemas.
Los errores más comunes
"Es muy común cometer errores en la temperatura. Es muy importante tenerlo en cuenta porque cambia mucho el perfil del vino y las ganas que tienes de consumirlo. Se puede asociar el vino a la temperatura ambiente, pero cuando esta es muy elevada, no ajustar la temperatura del vino puede hacer que este deje de ser apetecible para el consumidor", explica el enólogo.
Los errores también aparecen a la hora de consumirlo y maridarlo, es fundamental saber qué tipo de vino combina mejor con cada comida ya que una mezcla adecuada permite potenciar notablemente el sabor del plato y aportarle matices que antes pasaban desapercibidos o no se reconocían con facilidad.
Además, la conservación del producto también es un aspecto a tener en cuenta. Como explica el experto, "El vino va evolucionando y se va oxidando. No deberíamos tenerlo en la nevera más de tres días, pero no pasa nada, generalmente no se estropea, simplemente va perdiendo aquello que hemos concebido en la bodega, los aromas y texturas."
César Fernández anima a comprender que la elección del vino es una cuestión lógica de equilibrios. Este producto limpia la boca gracias a la afinidad que tiene con las proteínas de la saliva. El vino genera una astringencia que aumenta la intensidad del plato, por ello el equilibrio es fundamental.