La comarca de Castilla y León en la que no existe el calor y es Reserva de la Biosfera por la Unesco

A estas alturas del año el calor es algo que ha llegado para quedarse. A lo largo del territorio español se han vivido en los últimos días jornadas muy calurosas de las que solo se quiere escapar como sea. La playa, las pozas o incluso las piscinas pueden ser una buena idea para refrescarte sobre todo en las horas pico del día.

Y es que aunque en la mayor parte de España se hayan alcanzado temperaturas superiores a los 30 grados, hay lugares que permanecen como refugios térmicos. Se trata de lugares muy bien protegidos en los que, si bien la temperatura no suele ser nunca muy fría, hay unas temperaturas más suaves.

En Castilla y León se encuentra la comarca de Babia, un lugar en la provincia de León que pocas o ninguna vez supera los 20 grados durante la época más intensa del verano, datos que apuntan desde la revista de viajes de National Geographic.

Esta es la alternativa perfecta para todos aquellos que sufren de los sofocos propios de esta época del año: refugio a la vez que lugar ideal en el que se junta la cultura y naturaleza sin agobios de aglomeraciones.

La comarca de Babia: un entorno único

Al norte de León este lugar se encuentra entre valles glaciares, praderas y montañas de piedra caliza. De hecho, desde 2004 forma parte de la Reserva de la Biosfera por la Unesco. Esta comarca se divide en dos: Babia de Arriba y Babia de Abajo. Cada una depende de un Ayuntamiento diferente que al mismo tiempo integran 14 pueblos cada uno.

Además, aquí se ocultan lugares de gran relevancia patrimonial y natural como la ermita de Pruneda, sin duda el punto de entrada de la comarca, o la iglesia de San Lorenzo en Cabrillanes del siglo XVIII. Además, también se pueden encontrar lugares que muestran el pasado de la región como fortificaciones medievales.

Para aquellas personas amantes de la historia, su legado histórico muestra algunos puntos como el yacimiento de Quintanilla de Babia (Edad de Bronce) o la llanura de Peña Sulcastro, punto en el que se deduce que estuvo una acrópolis castreña.

Otros lugares de gran encanto, donde hay también una gran selección de casas rurales, es la Casa del Parque Natural de Babia y Luna, en Riologo.

Con todo esto, a nadie extraña que este fuera el refugio de los monarcas medievales. Un lugar aislado para disfrutar de la paz y belleza de un entorno privilegiado, algo que aún hoy se puede hacer.

Si el nombre de la comarca te suena de algo, probablemente sea por la expresión popular "estar en babia". Cuando no te estás enterando ni de la mitad de lo que está pasando se dice que estás en babia y su origen tiene historia. Los antiguos monarcas se aislaban en sus residencias de la región para evadirse y lo que empezó siendo algo literal terminó adoptando un significado simbólico.