Evasión

Sabemos que vas a ver la última de Misión Imposible, pero debes conocer estos detalles sobre Tom Cruise y su película


Lucas del Barco

Tom Cruise vuelve a escena con Mission: Impossible – The Final Reckoning, la última entrega de una de las franquicias más exitosas del cine de acción. Y aunque no hay dudas de que llenarás la sala para verla, o lo harás dentro de unos meses en casa, hay algunos detalles detrás de esta producción y del propio Cruise que vale la pena conocer antes de que se apaguen las luces del cine.

Cruise es una figura poderosa en Hollywood. Su disciplina, su compromiso y su capacidad de reinventarse lo han llevado a lo más alto, y allí se mantiene. Pero quizás ha llegado el momento de que él mismo recuerde que su verdadero talento no cuelga de un avión: está en su capacidad de hacernos creer, sentir y sorprendernos, incluso sin despegar los pies del suelo.

A sus 62 años, sigue haciendo lo que ningún otro actor de su edad (y pocos más jóvenes) se atrevería a hacer: todas sus acrobacias, sin dobles. En The Final Reckoning lo vemos colgando de biplanos, corriendo a toda velocidad por las calles de Londres y desactivando bombas nucleares en tres secuencias distintas. La acción es tan intensa que, según algunos críticos, el espectador termina casi tan agotado como el propio Cruise. Y esa es precisamente la pregunta que se empieza a hacer la industria: ¿hasta cuándo puede (o debe) seguir así?

El actor ha confesado que durante una de las escenas más extremas —en la que se encuentra en el ala de un avión en pleno vuelo— llegó a estar tan exhausto y congelado que tuvo que quedarse inmóvil durante varios minutos, sin fuerzas para regresar al interior de la aeronave. Una imagen que ilustra a la perfección el tipo de entrega física a la que Cruise se ha acostumbrado, y que ha llevado a muchos a preguntarse si no está forzando los límites más de la cuenta.

Este tipo de escenas no son nuevas en su carrera reciente. Ya en Top Gun: Maverick (2022), su compromiso con el realismo lo llevó a pilotar auténticos cazas de combate, lo que contribuyó al enorme éxito de taquilla de esa película, que recaudó más de 1.500 millones de dólares y fue clave para atraer nuevamente al público a las salas tras la pandemia. Steven Spielberg llegó a decir que Cruise "salvó el trasero de Hollywood". Pero ese heroísmo constante ya comienza a sentirse como una carga.

The Final Reckoning está repleta de acción, sí, pero también de clichés: tres bombas a punto de estallar, varios "MacGuffins" narrativos y una carrera contra el tiempo que no da respiro. La película empuja a Cruise a situaciones límite una y otra vez, hasta el punto de que su resistencia física eclipsa al personaje que interpreta. Y cuando el espectador empieza a preocuparse más por el actor que por el protagonista, algo se ha perdido en el camino.

La carrera de Cruise ha sido larga y notable. Desde sus primeros pasos en The Outsiders y su estrellato precoz en Risky Business, hasta papeles memorables en Nacido el 4 de julio, Magnolia y Jerry Maguire, ha demostrado una capacidad actoral que va mucho más allá de las escenas de acción. Pero en su "etapa tardía", como algunos la llaman, ha apostado casi exclusivamente por lo físico. Más que actuar, parece resistir. Su cuerpo se ha convertido en su herramienta narrativa principal, y su cine, en un espectáculo de resistencia personal.

Esto lo convierte en algo más que una estrella de Hollywood: Tom Cruise es ya un género cinematográfico en sí mismo. Sus películas se parecen a las del cine extremo o incluso al "porno físico", donde la emoción proviene no del drama, sino del esfuerzo real del actor por superar límites físicos. Y aunque esto ha sido celebrado por muchos, también ha generado cierta fatiga.

Frente a este desgaste, Cruise parece dispuesto a probar algo diferente. Su próximo proyecto será con el director mexicano Alejandro González Iñárritu, conocido por explorar la condición humana en títulos como Birdman y The Revenant. Según trascendió, esta nueva cinta no incluirá escenas de alto riesgo ni acrobacias extremas, lo que podría significar un respiro tanto para el actor como para el público.

Sin embargo, los rumores sobre Top Gun 3 ya circulan, y con ellos, más escenas de vuelos extremos, entrenamientos extenuantes y la obligatoria secuencia sin camiseta en la playa. A esta altura, incluso su rutina de ejercicios forma parte del espectáculo que se espera de él.

No se trata de pedirle a Cruise que se retire de la acción o que abrace roles de "veterano entrañable" como ha hecho Tom Hanks. Pero muchos fans —y no pocos críticos— desearían verlo regresar a papeles que no dependan exclusivamente del riesgo físico: una comedia sarcástica, un thriller psicológico o una aparición breve y memorable, como la que hizo en Tropic Thunder. Algo que nos recuerde que Tom Cruise también puede cautivar desde el guion, no solo desde la adrenalina.