Evasión

El pueblo más bonito de Castilla-La Mancha tiene cinco cascadas y fue retratado por Camilo José Cela: perfecto para una escapada en verano

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María León

Para conocer rincones preciosos, no hace falta viajar hasta la otra punta del mundo. Muchas veces, aunque no seamos conscientes de ello, se encuentran más cerca de lo que creemos. Concretamente a poco más de una hora desde Madrid, Guadalajara nos da la bienvenida. A pesar de ser conocida como una de las provincias más infravaloradas del país, aquí también podemos encontrar auténticos tesoros naturales. La prueba perfecta es Trillo, un pequeño pueblecito donde sus calles y su naturaleza se dan de la mano.

Uno de los primeros en saber apreciar su belleza fue Camilo José Cela, uno de los escritores más reconocidos de la literatura española y con un Premio Nobel en 1989. "Al llegar a Trillo, el paisaje es aún más feraz. La vegetación crece al apoyo del agua y los árboles suben airosos como en Brihuega", describió el autor en el libro Viaje a la Alcarria.

Situado justamente en la desembocadura del río Cifuentes al Tajo, se trata de una escapada perfecta para huir del calor de la ciudad y refugiarse entre abetos y saltos de agua. Al estar rodeado de agua, se puede intuir cuáles van a ser sus auténticas protagonistas: las numerosas cascadas que se distribuyen a lo largo de él.

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Saltos de agua y monumentos

Trillo es uno de esos lugares que al menos se debe conocer una vez en la vida y hacerlo durante la época estival es la mejor opción. Se le conoce como 'el pueblo de las cascadas', por lo que no es de extrañar que la melodía del sonido del agua es la encargada de darnos la bienvenida, aunque no es eso únicamente lo que tiene que ofrecernos. Pocos lo saben, pero ya siglos atrás el agua fue uno de los elementos más importante del pueblo, ya que durante la época de los romanos el río se encargó de escribir su historia. A día de hoy es posible conocerla recorriendo su curso.

La ruta parte desde el Puente sobre el Tajo, seña de identidad del pueblo y testigo de numerosos eventos históricos. Otro de los lugares imprescindibles es la conocida cascada 'El Chorreón', casi veinte metros de altura y naturaleza a su alrededor.

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Más allá, del agua y la vegetación, también es posible conocer la otra cara de Trillo paseando por sus hermosas calles. En él, destacan su larga lista de edificios religiosos, como la iglesia de Santa María de la Estrella, emblema y parte imprescindible del pueblo. Ahora bien, si lo que queremos es conocer el rincón más antiguo del lugar, es necesario desplazarse hasta la Casa de los Molinos. Lo que en su día fue conocido como un lugar de almacenaje, a día de hoy es la sede del Museo de la Energía.

Llegar hasta Trillo es una tarea de lo más sencilla, ya que el viaje desde Madrid no lleva más de una hora y media por la A-2. Si nos desplazamos desde Guadalajara el recorrido desciende a menos de una hora, combinando la A-2 y la N-204 hasta allí.