Si usas mucho la freidora de aire ten cuidado con este gran error que comete la mayoría: "Reduce la calidad de los alimentos"

En los últimos años se han incluido nuevos electrodomésticos, ahora indispensables, en las cocinas de todas partes. De todos ellos la freidora de aire destaca hasta por encima de los robots de cocina como la Thermomix. Sin embargo, un nuevo aliado gastronómico también significa incluir otro tipo de mantenimiento.

Precalentar, evitar sobrecargas y una limpieza constantes pueden ser algunos consejos útiles, pero no son los únicos. Es cierto que parece sencilla de usar, pero precisamente por eso hay errores comunes que pueden arruinar por completo la vida útil de la máquina.

Características

Lo bueno de estas freidoras modernas es que emplean potentes ventiladores que hacen que circule todo el aire caliente a una gran velocidad. Usa poco aceite, por lo que son los platos que se pueden preparar contienen menor cantidad de grasas. Es más rápida que un horno convencional. Además, cuenta con una cesta antiadherente que evita que los alimentos se peguen.

Sin embargo, si se quieren mantener estas funciones se debe tener cuidado para evitar arruinar tanto la comida como la propia máquina.

A tener en cuenta

• Precalentar siempre antes de cocinar. Al igual que un horno, calentar previamente mejora la cocción y la propia textura de los alimentos. Saltarse este paso hará que los alimentos se preparen de manera desigual, queden blandos o tarden más en cocinarse. Si se fuerza la máquina para que caliente desde cero esto también repercutirá en su vida útil.
• No sobrecargar la cesta. Un espacio entre los alimentos para que pueda circular el aire caliente es fundamental para que la comida se cocine uniformemente. Como bien resume el chef Jamie Oliver, "la freidora de aire es una herramienta fantástica para preparar comidas saludables de forma rápida. Pero precalentar y no sobrecargar son claves para obtener resultados perfectos".
• Evitar usar papel de horno suelto. Puede bloquear la circulación del aire o incluso quemarse si no se coloca bien. Usa accesorios aptos o papel perforado específico.
• Usar una pequeña cantidad de aceite. Un toque de aceite mejora la textura sin restar valor saludable. Esto mejora la textura y el color sin perder el toque saludable y hará que sea mucho más sencilla de limpiar.
• Limpiar después de cada uso. Así se evitan la acumulación de grasa, malos olores y fallos técnicos con el tiempo.
• No es un microondas. Evita meter comida fría y esperar que se recaliente sin control. Está pensada para cocinar, no solo calentar. Aunque las más modernas llevan una opción específica que incluye esta función. Por ello es recomendable echarle un vistazo al manual de instrucciones de tu dispositivo.