Adiós a la mayonesa: este es el ingrediente perfecto para transformar un tarro de espárragos en un plato delicioso

Que no se tenga apenas tiempo para cocinar no es excusa para no llevar una alimentación saludable. Hay opciones sanas, equilibradas y deliciosas que se preparan en cuestión de minutos y sin ningún esfuerzo. De entre todas las opciones, uno de los ingredientes estrellas de este tipo de platos es el espárrago blanco, un alimento de lo más versátil y lleno se sabor. Estos son conocidos principalmente por sus beneficios para la salud, ya que son ricos en minerales y vitaminas sin llegar a tener un alto índice calórico.

El toque especial: ni huevo ni mayonesa

Los espárragos, a pesar de ser un ingrediente que admite una gran cantidad de combinaciones, para muchos se convierte en una comida de lo más monótona. El problema reside en que raras ocasiones sustituyen la mayonesa por otro ingrediente y claro, así sí que es una receta aburrida. Conseguir un toque especial es de lo más sencillo con mostaza de Dijon, ya que realza su sabor y aporta una textura cremosa sin necesidad de calorías añadidas.

A partir de ahí, entra en juego la imaginación, ya que puede quedarse simplemente como una salsa o combinarlo con otro par de ingredientes frescos para conseguir un plato sabroso y de lo más completo. Una opción estupenda y nutritiva sería una ensalada.

La vinagreta de mostaza de Dijon perfecta

Ingredientes

• 2 cucharadas de mostaza de Dijon
• 1 cucharada de vinagre de vino blanco
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 1 cucharada de agua fría
• 1 diente de ajo cortado a la mitad
• Sal y pimienta al gusto

Preparación

1. En un recipiente, incorpora la mostaza junto a una pizca de sal y pimienta.
2. Añade el vinagre a la mostaza y mezcla hasta conseguir una textura homogénea.
3. Batiendo constantemente, añade lentamente el aceite a la mezcla para conseguir una consistencia de crema ligera. Después, añade la mitad de agua y vuelve a batir.
4. Si estuviera muy ácida la vinagreta, se puede rebajar con un poco más de agua o de aceite, dependiendo de cómo te guste más el aderezo.