Evasión

Cómo hacer mermelada de fresa casera con cuatro ingredientes: deliciosa y facilísima

Fuente: Istock

María León

El comienzo de la temporada de fresas solo puede significar una cosa: ha llegado el momento de que la casa se llene de su apetitoso aroma y de su color vibrante. Más allá de poder disfrutar de ellas en un cuenco con nata, leche o azúcar, esta versátil fruta ofrece un gran abanico de posibilidades. En el mundo de la repostería, las fresas ocupan un lugar importante, ya que con ellas es posible disfrutar de unas tartas deliciosas y por supuesto, cuando estas rebosan en el supermercado, no hay nada como aprovechar para llenar nuestros hogares de mermelada casera.

Mermelada casera para todo el año

Tener mermelada casera en casa siempre es una buena noticia, ya que además de estar mucho más buena que la que se puede comprar en el supermercado, también es más saludable y natural. La mermelada de fresa es perfecta para acompañar a unas tostadas de pan y para experimentar en la repostería, por ejemplo, como el relleno de un bizcocho o una tarta.

Lo único que debe saberse es que fresa es una fruta que contiene poca pectina, una sustancia es que importante para la gelificación en las mermeladas. No obstante, eso no es un problema para conseguir una buena mermelada de fresa, ya que existen otros ingredientes como el agar-agar con el que poder conseguir que la consistencia final sea un poco más espesa.

| Fuente: Istock

El paso a paso

Ingredientes:

  • 500 g de fresas
  • 500 g de azúcar
  • 1 limón
  • 2 g de agar-agar

Preparación:

  1. Lava bien las fresas y retira las hojas y la parte blanca que pudieran tener.
  2. Corta por la mitad las fresas e introdúcelas en el vaso de una batidora. Tritura hasta conseguir un puré de fresas. No importa si tiene algún tropezón.
  3. Vierte el contenido en una cacerola y agrega el azúcar y el zumo de un limón.
  4. Remueve y lleva hasta el punto de ebullición. En este momento, baja la temperatura y cuece a fuego lento durante 35 minutos.
  5. Retira con una cuchara la espuma que pueda formarse en la superficie.
  6. Después, añade el agar-agar y remueve con unas varillas para que se integre bien.
  7. Retira del fuego, deja enfriar la mermelada y después traspásala a frascos de vidrio para guardar en el frigorífico.