Energía

Gamesa negocia incorporar a cerca de 900 empleados de GES para el negocio de mantenimiento

  • La junta de Gamesa da este martes su visto bueno a la fusión con Siemens

Rubén Esteller, Araceli Muñoz

Gamesa negocia la incorporación de cerca de 900 personas de GES (Global Energy Services) a su plantilla. La operación, conocida en el sector como Operación Campeón, supondría la entrada de este Grupo de profesionales para reforzar el área de mantenimiento de parques eólicos en la que la futura empresa controlada por la alemana Siemens pretende ser un referente.

En estos momentos, GES trabaja a contrarreloj a la búsqueda de un comprador que esté dispuesto a aportar dinero nuevo a la compañía. La antigua filial de mantenimiento de la propia Gamesa, hoy controlada por el fondo 3i, necesita una inyección de 30 millones de euros que no le está resultando fácil de conseguir y el tiempo se le acaba este mismo mes, cuando vence el plazo para lograr un comprador.

En el proceso de reestructuración de la compañía está trabajando Álvarez & Marsal que ya ha jugado un papel importante en los procesos que acaban de vivir tanto Abengoa como Isolux.

En un primer momento se interesaron por GES un total de nueve grupos inversores y en la actualidad apenas quedan dos candidatos claros, el grupo Christian Lay, que mantiene negociaciones exclusivas desde principios de septiembre y que estaría exigiendo quitas así como la salida de empleados a Gamesa, y Springwater. Entre los grupos que también han sonado con fuerza para entrar en la compañía está KKR, que mantiene un fondo para situaciones especiales que ya está presente en empresas como Uralita o el Grupo Alfonso Gallardo, pero que se considera que tiene pocas posibilidades, según fuentes financieras consultadas por este diario.

Hoy junta de accionistas

Gamesa celebra hoy su junta general de accionistas para aprobar una operación de integración con Siemens sin que se lance una oferta de compra. La operación recibirá hoy previsiblemente el visto bueno de los accionistas y se abrirá un camino de varios meses hasta su aprobación total.

En primer lugar, la compañía tendrá que pedir a la Comisión Nacional del Mercado de Valores una exención de opa. La entidad será una de las primeras instituciones en valorar la operación de creación del mayor gigante eólico mundial pese a que se encuentra con un consejo interino en estos momentos por la situación política española.

En el planteamiento que Gamesa y Siemens han realizado a la CNMV para no lanzar una opa figura entre las exenciones que marca la ley cuando no hay una toma de control sino un objetivo industrial o empresarial, una cuestión que será complicada de demostrar pero que tiene antecedentes en el sector de las aerolíneas.

La operación necesitará también el permiso de las autoridades de Competencia comunitarias, un extremo en el que se estima que podría producirse un anuncio de ciertas desinversiones de activos. La nueva Gamesa Siemens, no obstante, seguirá por detrás de Vestas en capacidad instalada.

Antes del próximo 31 de octubre, Gamesa y Siemens deben tener cerrado su contrato de proveedor estratégico que ha puesto a los proveedores del actual grupo español a la defensiva ya que hay en juego cerca de 850 millones.