Energía

El mundo abraza el 'renacimiento nuclear' pero la industria ve una crisis en el horizonte: no hay uranio suficiente

  •  Las principales empresas del sector ven un déficit disparado
  • Ya hay 60 nuevos reactores en marcha ante la necesidad de más energía
  • World Nuclear Asociation ve la demanda disparada un 100% para 2040
Planta nuclear (iStock)

elEconomista.es

El mundo está acariciando un renacimiento de la industria nuclear. Desde China, hasta diversos países de Europa, EEUU y la misma Japón han reactivado proyectos nucleares. Una demanda energética 'in crescendo' ha provocado que el mundo vuelva a mirar a la olvidada 'fisión' como fórmula para poder garantizar un suministro limpio , en particular por la enorme demanda que viene derivada de los centros de datos. La prueba más evidente de ello es que los gigantes de Silicon Valley están llegando a acuerdos para revivir plantas nucleares para su futuro suministro, como el caso de Three Mile Island, escenario del mayor accidente nuclear hasta Chernobyl, en un pacto icónico con Microsoft. Sin embargo, todo este esfuerzo se encuentra con un problema: no hay suficiente 'combustible' para la nueva era nuclear y la industria está advirtiendo sobre un desabastecimiento de uranio los próximos años.

Las necesidades mundiales de uranio para reactores aumentarán en un tercio, a 86.000 toneladas en 2030, y a 150.000 toneladas en 2040, según un informe de la Asociación Nuclear Mundial publicado el viernes. Sin embargo, sus proyecciones apuntan que entre 2030 y 2040 la producción de las minas actuales se reduzca a la mitad. Esto podría suponer "una brecha significativa" en el despertar de esta energía.

El informe instó a la industria a asegurar inversiones para localizar más uranio y extraerlo de las minas actuales, así como de las nuevas y las inactivas, para evitar una crisis de suministro. "A medida que las minas existentes se enfrentan al agotamiento de sus recursos en la próxima década, la necesidad de un nuevo suministro de uranio primario se vuelve aún más apremiante", advirtió. "Se requerirá una exploración considerable, técnicas mineras innovadoras, una gestión eficiente de los permisos y una inversión oportuna".

Actualmente el 80% del uranio del planeta viene de Kazajistán. Sin embargo, la empresa pública Kazatomprom ha anunciado ya recortes de producción antes unas minas que empiezan a mostrar signos de fatiga. Gigantes como Cameco también han hecho lo mismo. Los analistas de Berenberg advirtieron sobre riesgos "significativos" para el suministro que podrían hacer subir "materialmente" los precios.

Mark Chalmers, director ejecutivo de la empresa estadounidense de uranio Energy Fuels, dijo en Financial Times que esperaba ver "más empresas recortando sus previsiones", en parte debido a que las minas envejecidas se están volviendo menos productivas. "Todo el ecosistema necesita estar en equilibrio, y no lo está. Hay nubarrones en el horizonte".

Esto se ve claramente en los precios del uranio, que cotizan en los 76,7 dólares la libra. Aunque se ha contenido el asombroso repunte de 2024, donde se superaron los 100 dólares, hasta los 2020 cotizaba en zona de 20-30 dólares, territorio que abandonó en 2021 para dispararse sin pausa hasta la actualidad.

Hay uranio... pero también una década perdida

El problema no es que no haya suficiente uranio en el planeta, sino que no se está invirtiendo suficiente como para evitar una caída en la producción. Desde Foro Nuclear explican que "Los recursos mundiales de uranio son suficientes para sustentar tanto las operaciones actuales de energía nuclear como un crecimiento sustancial hasta 2050 y años posteriores. Sin embargo, la inversión oportuna en exploración, extracción y procesamiento es fundamental para garantizar que estos recursos se desarrollen y estén disponibles cuando se necesiten".

El 'libro rojo de la Agencia de la Energía Nuclear de la OCDE explica que "los recursos de uranio recuperables identificados a nivel mundial ascendían a 7,9 millones de toneladas , lo que representa recursos razonablemente seguros e inferidos recuperables a precios de mercado". Según el mismo informe el gasto en exploración apenas es de 850 millones de dólares al año. Sin embargo, consideran que hacen falta "inversiones más significativas".

Esta inversión estaría bien para un mundo mucho más calmado pero ya hay 60 reactores nucleares en construcción según World Nuclear Asociation y se estima que la demanda de uranio se disparará un 28% en 2030 y un 100% para 2040. El problema es que una mina nueva puede tardar hasta 15 años en empezar a funcionar por lo que se trata de unos procesos que han frenado en buena medida la demanda de capital, especialmente tras una inversión desde 2011 (Fukushima) hundida por un mundo que parecía abandonar la energía de fisión atómica.

Desde Goldman Sachs explican que "en total, nuestro equipo pronostica un déficit de suministro de uranio de aproximadamente 17.500 toneladas para 2030. Prevemos que este déficit aumentará a aproximadamente 100.000 toneladas para 2045 a medida que entren en funcionamiento nuevos reactores".

Si bien hasta ahora hemos vivido en un mundo en el que sobra uranio o, al menos, se le ha prestado muy poca atención, la materia prima entrará de lleno en el foco de los países, como un bien estratégico. Son miles y miles de millones los que están gastándose en nuevos reactores y en una revolución energética por la que Japón ha pasado de renunciar a esta forma de energía a apostar por que sea mínimo un 20% del mix, hasta el punto de reabrir centrales que fueron afectadas por el desastre de Fukushima. Queda por ver si la 'gasolina' de la fisión pondrá en jaque todo el proceso o si llegará un ola de producción que consiga salvar el despertar nuclear.