Energía
Pamesa vende una de las dos turbinas de cogeneración que instaló el año pasado por el bloqueo legal
Ángel C. Álvarez
Valencia,
El mayor fabricante europeo de cerámica, el grupo español Pamesa, ha tenido que desprenderse de una de las dos turbinas que instaló el año pasado en sus factorías de Castellón para renovar sus instalaciones de cogeneración. Un ejemplo de la paralización de las inversiones asociadas a esa energía industrial desde hace años precisamente después de que el apagón eléctrico haya puesto en cuestión la planificación energética.
El propio presidente y dueño de Pamesa, Fernando Roig, desveló la paradójica situación que está viviendo la industria cerámica ante el bloqueo que sufre la cogeneración en nuestro país tras no haberse renovado la retribución a esta energía producida a partir del calor residual en procesos industriales, como el de los hornos cerámicos.
"El año pasado apostamos por instalar dos turbinas nuevas. Al final, como no se había desarrollado el borrador para poder realizar las subastas de energía hemos tenido que vender una de esas turbinas" explicó el empresario valenciano, dueño del Villarreal de fútbol y accionista de Mercadona.
El grupo que el año pasado comercializó más de 90 millones de metros cuadrados de baldosas y facturó 1.132 millones de euros, cuenta con 100 MW de potencia instalada de cogeneración en sus plantas, en algunos casos desde hace más de 30 años. Un 30% de esa potencia finalizó en 2022 su vida útil sin que se haya habilitado un marco regulatorio que permita su renovación y desde entonces está prácticamente parada.
Un viejo problema
Roig lamentó que el borrador de subastas publicado en 2021 no tuvo ningún desarrollo posterior y ha impedido mejorar esas plantas con los ahorros energéticos y competitividad que suponen. "Llevamos 4 años exactamente sin poder tomar ninguna decisión de inversiones", criticó el empresario, que pidió que después que en febrero de esta año se haya presentado un nuevo borrador, se pueda culminar su puesta en marcha.
El presidente de Pamesa explicó que ese nuevo marco contempla condiciones que "dejarían en clara desventaja a la industria cerámica, especialmente por la exigencia de un 30% de autoconsumo obligatorio", difícilmente aplicable a las factorías cerámicas en general. En el caso de su propio grupo podría operar con ese régimen en las plantas en que combina tanto los atomizadores, los hornos que preparan la materia prima, con los de las líneas de producción de pavimentos y revestimientos.
Roig defendió además que además en el caso del sistema eléctrico en su conjunto la alternativa a no usar la cogeneración es aumentar la producción de los ciclos combinados, con un mayor impacto ambiental y menos eficiencia. Las ventas de electricidad por sus cogeneradoras supusieron el año pasado unos ingresos de 39 millones de euros, un 18% más.
El máximo responsable de Pamesa también desveló que sus planes para no depender del gas natural, con el uso de un ecombustible basado en hidrógeno, se han ralentizado. Además señaló que seguirán ampliando las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en sus instalaciones, que suponen 22,6 MW de potencia.