Europa eleva a 8.091 millones el coste de las nuevas interconexiones de España con Francia
- ACER incrementa en un 76% la previsión de inversión frente a los 4.590 millones de 2022
- Un tercio de los proyectos se han retrasado o reprogramado por problemas en las obras
- Bruselas cree que la mitad de las necesidades de interconexión no están cubiertas
Rubén Esteller
España y Portugal han lanzado una ofensiva para tratar de incrementar la presión sobre Francia para que facilite la instalación de una mayor capacidad de interconexión eléctrica entre la península ibérica y el corazón de Europa.
El Ejecutivo español así como el portugués han enviado sendas cartas a sus homólogos franceses para impulsar los avances en estos proyectos cuyos retrasos están suponiendo ya un fuerte incremento de sus costes y cuya necesidad se ha vuelto más imperativa tras el apagón del pasado 28 de abril.
ACER, el organismo regulador europeo, ha llevado a cabo una evaluación del estado y del progreso de los proyectos incluidos en la primera lista de la Unión de Proyectos de Interés Comunitario y de los Proyectos de interés mutuo, donde se encuentran gran parte de las interconexiones entre España y Portugal y de España con Francia. Estos 130 proyectos abarcan las categorías de electricidad, hidrógeno, dióxido de carbono, electrolizadores e infraestructuras de gas.
Según los datos que se desprenden del informe de ACER, las interconexiones eléctricas españolas con Francia se han encarecido ya un 76% entre los años 2022 y 2025 y la tendencia sigue al alza por la creciente demanda que genera el proceso de electrificación.
Las cuentas de ACER son muy claras, los cuatros proyectos que hay en marcha en estos momentos con Francia y Portugal han pasado de un coste de 4.700 millones a los 8.081 millones, es decir, 3.381 millones más de lo previsto hace apenas tres años.
La interconexión del Golfo de Vizcaya ha pasado de 1.950 millones en 2022 a los 3.100 millones actuales. Las obras han registrado varios retrasos a lo largo de los últimos ejercicios pero se espera que pueda entrar en funcionamiento en diciembre de 2028.
La interconexión entre Navarra y Landes (Francia) ha pasado de un presupuesto de 1.470 millones en 2022 hasta los 2.609 millones. En este caso, la previsión de entrada en operación está en diciembre de 2036.La línea entre Aragón y los Pirineos Atlánticos también registra un fuerte incremento de costes desde los 1.170 millones de 2022 a los 2.372 millones de esta año. La previsión es que esta infraestructura pueda entrar en operación en diciembre de 2041.
Asimismo, la conexión entre Beariz, Fontefría; Fontefría-Ponte de Lima y Ponte Lima- Vila Nova de Famalicao (Portugal) ha pasado de 113, 44 millones a 144,51 millones y se esperaba que entrase en operación este pasado mes de abril.
Según el estudio del regulador europeo, un tercio de los proyectos de electricidad se han retrasado o reprogramado, principalmente debido a problemas de ejecución en las primeras fases o a retrasos en las obras de construcción.
Más de la mitad de los proyectos se encuentran en fases más avanzadas, con un 30% en construcción, un 23% en fase de autorización y un 2% ya en servicio. En conjunto, se espera que el 72% de los proyectos de electricidad entren en servicio en 2030, lo que deja a parte de los españoles fuera de ese rango.De los 34 proyectos de hidrógeno examinados, 33 avanzan a buen ritmo y se espera que más del 90% entren en servicio en 2030. Sin embargo, la mayoría de los proyectos se encuentran aún en una fase temprana de desarrollo, con sólo el 18% en fase de autorización y el resto en fases menos avanzadas.
De todos los proyectos examinados, 23 recibieron subvenciones del Mecanismo "Conectar Europa" (MCE) de la UE para obras y 15 para estudios. La concesión de permisos, la construcción y la evaluación del impacto ambiental son las fases más lentas de los proyectos de conexión de infraestructuras a la red, con una duración media de 4,3, 3,8 y 2,6 años, respectivamente.
La Comisión Europea ha abierto una consulta pública sobre el futuro 'European Grids Package', un conjunto de propuestas legislativas y no legislativas cuyo objetivo es transformar las redes eléctricas europeas en una infraestructura moderna, resiliente y plenamente alineada con los objetivos climáticos y energéticos de la Unión.
La iniciativa surge en un contexto de urgencia: cerca de la mitad de las necesidades de interconexión eléctrica para 2030 siguen sin abordarse, mientras que los procesos de autorización de proyectos siguen demorándose hasta 14 años. En el caso de la electricidad, la mitad de las necesidades transfronterizas de electricidad (32 de 66 GW) no están cubiertas actualmente para 2030.
En un informe presentado a principios de mayo en el Parlamento Europeo se reconoce expresamente que la interrupción sufrida en la Península Ibérica evidencia "la importancia de contar con una red eléctrica mantenida, protegida y equilibrada en todo momento" y pide medidas inmediatas para reforzar la resiliencia del sistema eléctrico continental."
El sistema actual fue diseñado para un modelo centralizado y fósil del siglo XX, no para una economía electrificada y digitalizada que depende en creciente medida de energías renovables intermitentes", alertan los eurodiputados. El apagón ibérico ha puesto de manifiesto fallos estructurales".