Kerionics suma a Innoenergy para invertir 38 millones en su fábrica de electrolizadores en Valencia
Ángel C. Álvarez
Valencia,
Los trabajos de investigación para producir hidrógeno de los laboratorios de la Universidad Politécnica de Valencia están a punto de dar el salto y convertirse en una de las primeras grandes factorías de electrolizadores de España. Kerionics, que nació como una spin-off a partir del Instituto de Tecnología Química (ITQ) de la Politécnica, prevé levantar la primera línea automatizada de electrolizadores de alta temperatura con una inversión de 37,7 millones de euros para empezar a producir entre 2028 y 2029.
La compañía valenciana ha conseguido dos importantes avances en los últimos meses para financiar este proyecto después de trabajar durante años en el desarrollo de su propia tecnología. Por un lado, la empresa ha dado entrada en su accionariado a Innoenergy, un vehículo inversor en nuevas energías en el que participa la Unión Europea a través del EIT (Instituto Europeo de Innovación y Tecnología) junto a corporaciones industriales y financieras de todo el continente.
La firma fundada por el director del ITQ, el investigador Juan Manuel Serra, ya había incorporado a finales de 2022 a otros socio, el grupo valenciano GDES, que ofrece servicios a grandes instalaciones energéticas e industriales y trabaja en sectores como el de la renovables y la nuclear. Una inversión con la que el grupo de la familia Dominguis también busca diversificar su actividad y sinergias para abordar nuevos sectores.
Kerionics además ha logrado garantizarse buena parte de la financiación de su proyecto para levantar esa nueva factoría de electrolizadores para desarrollar equipos que produzcan hidrógeno verde con la asignación de 12,83 millones de euros del programa Renoval del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía y el Ministerio de Transición Energética, que cuenta con fondos Next Generation.
Aunque en la memoria del proyecto presentado la localización de la futura planta se ubica en el municipio valenciano de Silla, desde la compañía valenciana explican que la ubicación aún no está cerrada.
Cómo funciona su tecnología
La firma se ha centrado en desarrollar el stack, el componente básico de los electrolizadores que utilizan la tecnología SOEC, que llevan a cabo la electrólisis a alta temperatura, frente a otras como las basadas en soluciones alcalinas. Cada uno de estos stacks está compuesto por hasta 200 membranas cerámicas apiladas con las que consigue una mayor eficiencia y un ahorro de costes en la producción y soportan 800 grados de temperatura.
La nueva factoría contempla fabricar tanto las membranas como los stack, son el auténtico corazón de los electrolizadores y los componentes de más valor. Pero además, la instalación automatizada ensamblará los electrolizadores integrados a medida y listos para instalarlos en los centros industriales de sus clientes, fundamentalmente grandes consumidores y productores de energía térmica de sectores como el químico, la cerámica, el acero, el cemento, plantas de residuos o incluso centrales nucleares. Su intención de hecho es centrarse en ese tipo de proyectos para industrias ya existentes más que en macroplantas de hidrógeno.
La compañía ya cuenta con un primer contrato de un electrolizador para un instituto tecnológico de Extremadura y prevé pasar de los 14 trabajadores actuales a cerca de 50 a finales de este año.