Energía

EEUU teje una telaraña marina para bloquear el petróleo de Irán... y ya se habla de guerra

  • Se han publicado sanciones y se están enviando buques y portaaviones...
  • ...mientras se negocia una solución al plan nuclear de Teherán
Barcos iraníes en el Golfo Pérsico (Bloomberg)

Álvaro Moreno, Vicente Nieves

Los ojos del mundo están totalmente fijos en Donald Trump y sus aranceles. Sin embargo, mientras todos los focos se los lleva el comercio, hay otro frente que podría desatar la volatilidad en cuestión de horas: Irán. Este fin de semana los países se reúnen para negociar un acuerdo nuclear cargado de tensión. El mismo Trump ha dicho este miércoles que si no hay avances está dispuesto a poner fin al programa nuclear persa a través de una invasión directa. Preguntado al respecto de la opción, el republicano mencionó que "si es necesario, absolutamente (invadiremos el país), si se requiere intervención militar la tendremos, no podemos permitir que Irán tenga un arma nuclear".

Este es uno de los mayores riesgos para el mercado del petróleo, pues la producción persa está en un buen momento. Los últimos datos de 2025 mostraron una producción de 3,3 millones de barriles diarios, sus máximos desde 2018. La idea de Irán es seguir creciendo y llegar este año a los 4 millones, y para ello tiene que evitar las sanciones o lograr un acuerdo con EEUU. Sin embargo, desde EEUU están apretando al máximo y los movimientos apuntan a la posibilidad de un bloqueo total... o incluso una guerra.

De momento la situación no está en el plano de las tensiones y mucho menos con tintes abiertamente bélicos. La propia Irán a través de su ministro de exteriores, Ismail Baghaei, ha dicho que "le damos una oportunidad a la diplomacia" en unas "conversaciones abiertas" con EEUU. El diálogo para lograr un nuevo acuerdo nuclear se dará este sábado. Sin embargo, todo parece listo para estallar. Trump ha dicho abiertamente que está dispuesto a bombardear el país si no se llega a un compromiso propio.

En cualquier caso, desde Washington ya están realizando movimientos en esa dirección. EEUU ha desplegado un portaaviones en el océano Índico, realmente cerca de las costas de Irán. En principio, la embarcación está ubicada allí para combatir a los rebeldes yemeníes. Sin embargo, desde la propia Teherán crece la incertidumbre por si se trata de una preparación para un ataque. Al tiempo que las fuerzas de EEUU se posicionan en la región, se ha emprendido un agresivo plan de sanciones.

EEUU ha impuesto restricciones a una vasta red de empresas. Se ha centrado en un terminal chino y tres buques que, supuestamente, serían los ejes clave de una 'flota fantasma' que transporta millones de barriles de Irán al mundo. Chris Wright, secretario de Energía de EEUU, ha dicho que están preparados para asfixiar económicamente a Irán deteniendo físicamente los envíos de petróleo, justo en el momento en el que su flota se concentra en la región. "Podemos rastrear los barcos que salen de Irán. Sabemos adónde van. Podemos detener la exportación de petróleo de Irán".

Wright, en declaraciones a Reuters durante una visita a Abu Dabi, ha explicado que cree que los aliados de EEUU en el Golfo están sumamente preocupados por un Irán con armas nucleares y comparten la determinación estadounidense de que este resultado no beneficia a nadie. El secretario estadounidense también afirmó que habrá perspectivas positivas para la demanda y la oferta de petróleo en los próximos años bajo las políticas de Trump, y que la preocupación de los mercados por el crecimiento económico se verá desmentida.

Máxima presión

Desde Atlantic Council comentan que la decisión y la "estrategia de máxima presión sobre Irán" llega en el momento perfecto, dado que el mercado con los aranceles y el superávit ofrece un gran escudo para poder ir a un enfrentamiento, político o militar, sin riesgo de romper el mercado mientras Irán se encuentra totalmente expuesta. "La economía iraní es extremadamente vulnerable. Los fundamentos del mercado petrolero mundial son relativamente débiles. Además, casi la totalidad de los 1,6 millones de barriles diarios (mb/d) de petróleo crudo y condensado que Irán exporta se destinan a un único comprador: China. Esto significa que las condiciones son propicias para asestar un golpe devastador a Teherán".

En ese sentido, Scott Modell, analista de la firma, comenta que "la retirada de la producción iraní puede suplirse dada la enorme capacidad de producción excedente de Arabia Saudí y otros miembros de la OPEP". En ese sentido, toda esta pérdida de ingresos petroleros que parece que se aproxima deja a Teherán "prácticamente incapaz de reconstruir un eje de resistencia que le permita combatir la presión internacional".

La cuestión es que Irán, aunque pasa un tanto desapercibido, produce más de 3 millones de barriles cada día (el 3% de la oferta global), un crudo que no llega casi nunca a Europa (al menos en bruto, otra historia son los refinados), pero que llega en masa a países como China o la India. Esto relaja la presión sobre los precios del petróleo globales, ya que Irán satisface parte de la demanda de gigantes como los anteriores, dejando más crudo 'liberado' de otros productores para que llegue a Europa y otros puntos de consumo. Solo con que EEUU lograse taponar un tercio de toda esa producción, el mercado de petróleo podría entrar en déficit por momentos y disparar el precio del crudo.

China es la clave

EEUU parece dispuesto a atacar de lleno el crudo iraní, lo que puede generar un enorme problema. Para detener el crudo iraní no es suficiente con sancionar al país persa y cerrar los ojos, sino que hay que perseguir también a sus colaboradores, y esto es lo que parece que está cambiando ahora. El Departamento de Estado de EEUU anunció también este jueves la imposición de sanciones contra un operador petrolero con sede en China y tres entidades de gestión de buques por su implicación en el transporte de más de 50 millones de barriles de crudo procedente de Irán.

La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, indicó en un comunicado que esta decisión forma parte de una estrategia de "máxima presión" destinada a impedir que el régimen de Irán obtenga armas nucleares y continúe financiando actividades desestabilizadoras en Medio Oriente. Según el Gobierno estadounidense, estas sanciones buscan también proteger las rutas marítimas clave del comercio internacional.

China, que ha sido un comprador constante de petróleo iraní en los últimos años, adquiriendo el 90% de las exportaciones de Irán a precios rebajados, se enfrenta ahora a una encrucijada. Aunque Pekín no reconoce ni se rige por las sanciones unilaterales de EEUU, es cierto que China mantiene cargas en depósitos de crudo iraní por miedo a posibles movimientos de EEUU. Sin embargo, desde Pekín lo tienen claro: "La cooperación de China con Irán es legítima", asegura el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

A pesar de las restricciones, Irán ha demostrado ser experto en el comercio clandestino de petróleo. Con una flota conocida como la 'flota fantasma', utiliza estrategias como el cambio de documentos y el apagado de los sistemas de navegación para evitar ser detectado. Sin embargo, esta vez parece que EEUU va en serio. En los próximos días se verá el alcance real de estas sanciones y hasta dónde está dispuesto a llegar EEUU para controlar el crudo iraní y ahogar a la economía persa.