Energía

Reino Unido aprueba la compra de Electricity North West por Iberdrola

  • La operación ha supuesto una inversión de 5.000 millones de euros de la española
Ignacio Galán, presidente de Iberdrola

Rubén Esteller

La Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA) ha aprobado la adquisición de la participación del 88% en el operador de la red de distribución eléctrica Electricity North West (ENW) por parte de Iberdrola, a través de su filial ScottishPower, por 5.000 millones de euros.

La adquisición forma parte de la estrategia de Iberdrola de fortalecer su negocio de redes en países con altas calificaciones crediticias, como Reino Unido. Iberdrola, a través de ScottishPower, ahora se convierte en el segundo mayor operador de redes de distribución de Reino Unido, suministrando electricidad a alrededor de 12 millones de personas a través de una red que abarca más de 170.000 kilómetros.

"La electrificación está impulsando el crecimiento de Reino Unido y la competitividad, así como mejorando su autonomía estratégica y contribuyendo a la seguridad nacional. Iberdrola continúa aumentando sus inversiones aquí, apoyando los planes del Gobierno para modernizar el sistema energético del país. Las inversiones en redes son la columna vertebral de este proceso", ha asegurado el presidente de Iberdrola y de ScottishPower Ignacio Galán.

"A la vez que damos la bienvenida a nuestros colegas de ENW en nuestro negocio, fortalecemos aún más nuestras ambiciones conjuntas de ofrecer una red eléctrica resiliente y flexible para satisfacer las necesidades y demandas futuras de Gran Bretaña", ha comentado.

Galán ha añadido: "Iberdrola ha sido un inversor constante en el Reino Unido durante casi 20 años. Además de nuestros activos actuales, valorados en más de 30.000 millones de libras, nuestros planes en el país apuntan a invertir otros 30.000 millones de libras para finales de la década, dos tercios en redes de transporte y distribución y un tercio en energías renovables, principalmente eólica marina. Estas inversiones generarán empleos significativos, beneficios para la economía y para la cadena de suministro del país".

A lo largo de los últimos meses, la compañía había logrado reducir las condiciones previas que le impuso Competencia tan pronto se anuncio el cierre del acuerdo. La CMA publicó una Orden de Ejecución Provisional (OEI) con limitaciones a las acciones que Iberdrola podría llevar a cabo hasta que se conceda dicha aprobación, entre ellas, avanzar en la integración de ambas empresas, transferir el control de cualquiera de las dos o eliminar la capacidad de competir entre ellas.

Competencia le impuso en aquel momento la necesidad de mantener separados ambos negocios. Mantener los recursos de la compañía antes de la fusión. No llevar a cabo cambios en el organigrama así como en las plataformas tecnológicas, entre otras.

Posteriormente, la eléctrica española acordó excepciones relevantes a dichas limitaciones, incluyendo entre otras, el nombramiento de dos consejeros independientes en la compañía y la exclusión de los negocios de Iberdrola más allá de Scottish Power Networks de las restricciones.