Energía

El rey del uranio africano debuta en el petróleo por la puerta grande y anticipa un 'boom económico'

  • Níger logra la primera exportación de toda su historia tras años de problemas
  • Entra con todo el mercado y proyecta 100.000 barriles diarios (top 10 de África)
  • El Banco Mundial proyecta alzas anuales del 6,8% en su PIB

Álvaro Moreno, Vicente Nieves

Uno de los países más pobres del mundo sonríe ante lo que puede ser una de sus únicas balas para salir del bucle de pobreza y dificultades que arrastra. Níger, un pequeño país en medio del Sáhara es el octavo país con menor PIB per cápita del mundo y muy dependiente de sus grandes reservas de uranio. A pesar de los retrocesos, hasta ahora este ha sido uno de sus grandes productos siendo responsable de cerca del 5% del suministro mundial (2.020 toneladas métricas), algo que le ha valido el renombre del 'rey africano del Uranio'.

Sin embargo, por primera vez en su historia el país se ha convertido en exportador de crudo y espera que una explosión petrolera cambie su destino. Para llegar a exportar, la caótica nación ha tenido que recorrer un tortuoso camino de más de una década y media, desde que los primeros proyectos comenzaron a funcionar hasta que el primer barco cargado con crudo ha llegado a las costas de un país extranjero. Ahora la esperanza es que el 'boom económico' tras lograr este objetivo persista unos años.

Níger es oficialmente considerado productor de petróleo desde 2011. Desde aquel año, la esperanza era que el sector del crudo se convirtiera en la punta de lanza de una expansión económica que permitiese que el país del Sahel, uno de los más pobres de todo el mundo, pudiera escapar de su situación. Sin embargo, la nación del Sáhara se encontró con que era incapaz de expandir su industria pero, especialmente, de enviar crudo al exterior.

Si bien las perforadoras fueron dirigidas desde Niamey hacia los pozos que se han ido poniendo en marcha, construir una infraestructura que pueda sostener a un exportador del petróleo es un desafío muy complicado para un país con los niveles de pobreza de Níger, cuyo gobierno tiene grandes problemas para acceder a financiación. Y ya no es solo la capacidad para reunir el dinero necesario para construir grandes proyectos, sino una cuestión geográfica y política.

Un país sin costa para exportar petróleo

Níger no tiene costa y, además, los vecinos con los que tiene que colaborar para poner en marcha esta infraestructura no son los mejores. La elección más evidente podría ser levantar un gasoducto que una Níger con Nigeria y que sean los puertos de este país los que lleven el petróleo al resto del mundo. Sin embargo, las empresas petroleras están huyendo de este país, a pesar de que es uno de los de mayor potencial en cuanto a reservas probadas de todo el mundo.

A pesar de que en sus entrañas se esconden 37.000 millones de barriles, la segunda mayor cantidad del continente y la décima de todo el mundo, los problemas de seguridad con secuestros de trabajadores, destrucción de gasoductos por parte de grupos criminales y otros problemas similares han llevado a que su industria del 'oro negro' esté en decadencia. El fracaso petrolero de Nigeria fue en primer lugar el problema pues, si bien se inició en 2012 un conexión con Chad que estaba planeada con hasta 600 kilómetros de recorrido, la realidad es que este proyecto se detuvo por completo tras los ataques de Boko Haram al mismo, entre otros.

Es por ello que Níger optó por Benín para construir su oleoducto. El tardó mucho en encontrar los recursos para poner en marcha dada la dificultad de financiación y el fracaso del anterior proyecto. Fue en enero de 2019 que ambos países rubricaron un acuerdo para construir el entramado de 'arterias petroleras' que comenzaría ese mismo mes de agosto y que se llevaría a cabo por la china CNPC, que es la encargada de producir la gran mayoría del crudo del país.

Sin embargo, todo se retrasó por culpa del golpe militar en verano de 2023 con el presidente Mohamed Bazoum depuesto por una junta militar algo que desató una oleada de sanciones por parte de sus vecinos que impidieron que se pusiera en marcha el ansiado oleoducto que convertiría a Níger, al final, en un exportador oficial. "El año 2023 estuvo marcado por una grave crisis política que desencadenó sanciones regionales, económicas y financieras y una interrupción del financiamiento externo, lo que provocó que el crecimiento disminuyera al 2% (estimado), en comparación con el 6,9% proyectado antes de la crisis". Este potente crecimiento venía gracias a la finalización del proyecto y su entrada por la puerta grande en el mercado.

El oleoducto se terminó en diciembre de 2023. Sin embargo, a pesar de que todo estaba listo tras el retraso de su producción, Benin bloqueó por completo las exportaciones de crudo debido especialmente a este golpe de estado. En mayo, ambos vecinos se reconciliaron (aun con tensiones que siguen vivas entre ambos). Los primeros envíos de crudo al resto del mundo ya son una realidad.

Un despertar petrolero

Estos envíos, que principalmente han ido hacia China, han permitido una auténtica revolución del crudo en el país. Aunque Níger no ha sido un productor de petróleo histórico ni tradicional, los propios informes de la Agencia Internacional de la Energía ya le sitúan en el mapa. En uno de sus últimos informes, la AIE destacaba que la apertura del nuevo oleoducto iba a permitir "propulsar la producción de Níger".

La propia AIE incidía en esta cuestión del oleoducto y la necesidad de contar con la ayuda de China para exprimir todo el potencial del país africano: "Esperamos que el suministro en Níger aumente en 2024 y 2025, ya que un oleoducto construido por China facilitará el incremento de las perforaciones en la cuenca del Rift de Agadem. Se estima que la producción de petróleo aumentará en 50.000 barriles diarios este año y otros 30.000 barriles diarios en 2025, antes de disminuir hasta el final de la década". Níger podría estar pronto produciendo más de 100.000 barriles de crudo por día si todo lo anterior termina haciéndose realidad.

Para evitar que la producción de crudo decaiga en Níger al final de la década, como prevé la AIE, el sector público se ha puesto a trabajar para encontrar nuevos campos de petróleo. La firma Sonidep, una empresa pública responsable de la importación, transporte, almacenamiento, refinación y comercialización de productos derivados del petróleo, ha anunciado oficialmente hace escasos días que también iniciará actividades de exploración y producción de petróleo en este país, un paso crucial para la industria energética de Níger.

El país podrá en marcha una producción superior a los 100.000 barriles diarios de crudo

Hasta ahora, Sonidep se había centrado principalmente en la comercialización de productos petrolíferos, haciendo el papel típico de los 'commodity traders'. Esta expansión marca una nueva era para la empresa y para el país, ofreciendo importantes oportunidades de crecimiento económico y soberanía energética. El Primer Ministro de Níger, Ali Mahaman Lamine Zeine, anunció la iniciativa en una rueda de prensa en Haïdara, en la región de Diffa, subrayando la importancia de esta iniciativa para Níger. "Níger ha decidido producir su propio petróleo para garantizar su soberanía económica y maximizar los beneficios para nuestro pueblo", aseguró el Primer Ministro.

Los contratos de producción compartida (PSC) adoptados recientemente por el gobierno nigerino se refieren a los bloques petrolíferos de Bilma y Agadem. Aunque son de pequeño tamaño, estas áreas tienen un potencial significativo, según fuentes del gobierno. Las reservas probadas de los bloques de Bilma, en particular, podrían permitir importantes desarrollos futuros. La Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) explota pozos petrolíferos en la región de Agadem desde 2011. Además, China había invertido 400 millones de dólares en el sector petrolero de Níger hasta abril de 2024. Sin embargo, con la participación activa de Sonidep en la exploración y explotación, Níger espera aumentar su capacidad de producción y fortalecer su autonomía energética, llegando a exportar cantidades relevantes de crudo.

Con todo, Níger se une al puñado de países de África que son productores de petróleo fuera de la OPEP y están ayudando a incrementar la producción del continente. Se prevé que la oferta de los países africanos no pertenecientes a la OPEP+ aumente en 190.000 barriles diarios o un 8% hasta 2030 gracias a los proyectos en Costa de Marfil, Níger y Ghana, Senegal y Uganda se unirán al club de productores a finales de este año y en 2026, respectivamente, mientras continúan los nuevos descubrimientos en las costas de Namibia y Costa de Marfil.

Una revolución económica

En definitiva, este impulso del crudo tendrá un impacto directo en las perspectivas económicas de uno del octavo país con el PIB per cápita más bajo del mundo. Según el Banco Mundial "con el levantamiento de las sanciones y el acceso al financiación restablecido gradualmente, el crecimiento podría recuperarse hasta el 5,7% (1,8% per cápita) en 2024 y alcanzar un promedio del 6,5% en 2025-26". La institución comenta que el repunte estará impulsado por "las exportaciones petroleras a gran escala".

Sin embargo cree que el resto de su economía seguirá cargada de problemas. "los sectores de la industria no petrolera y los servicios, que acumularon fuertes pérdidas en 2023, enfrentan una recuperación difícil". Queda por ver si como tantos otros países (como Guinea Ecuatorial) que entraron por la puerta grande al mercado petrolero, Níger sucumbe a la maldición de los recursos o si, por el contrario, el petróleo puede ser la base sobre la que construir un puente que les lleve lejos de la pobreza que asola el país y la región.