Energía

China tiene un plan para desengancharse del carbón: ser la mayor potencia nuclear del mundo

  • Está construyendo centrales sin parar y quiere multiplicar por cinco su capacidad 
  • AIE: "La hegemonía nuclear pasará a ser asiática en detrimento de Norteamércia"
  • EEUU y Francia solo están levantando una nueva central cada una
Foto: iStock.

Carlota G. Velloso

China no es precisamente conocida por su aire limpio. Sin embargo, el país quiere dejar de ser el más contaminante del mundo, el que genera más emisiones de carbono. Su objetivo es desengancharse del carbón y convertirse en la mayor potencia nuclear del planeta. El gigante asiático está construyendo reactores sin parar, por lo que pronto podrá cumplir su objetivo. Liderar la nueva era de la energía nuclear solo es cuestión de tiempo.

Estados Unidos es el país que tiene la mayor capacidad nuclear de producción eléctrica, que se mide en gigavatios (GW), seguido de Francia. Tienen 95,8 GW y 61,3 GW operativos, respectivamente, según datos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). China cuenta con 53,1 GW en funcionamiento. Sin embargo, Pekín va a adelantar por la derecha a París y Washington gracias a que está construyendo 23 reactores, que se sumarán a sus 55 actuales, mientras que los otros dos países apenas están levantando un reactor cada uno.

Pero China no se contenta con eso. Aparte de la infraestructura que ya está en marcha, Xi Jinping no deja de firmar nuevos proyectos, por lo que la lista de reactores ya autorizados y con financiación es larga. Eso implica que ya pueden comenzar las obras y que estas inversiones se materializarán en los próximos 15 años. Además, hay que contar con los proyectos que están a la cola, los que ya están dimensionados, aunque todavía no han sido aprobados. Teniendo todo esto en cuenta, el país asiático proyecta un crecimiento en su capacidad de 250 GW, cinco veces más que su capacidad actual, lo que revela su visión de largo plazo en el campo energético.

En la hoja de ruta de China está convertirse en la mayor potencia nuclear del mundo. Las inversiones que quiere acometer superan las de India, Rusia, la Unión Europea, Reino Unido, Japón y Estados Unidos juntas, que son los siguientes países con más planes nucleares inmediatos y futuros.

La apuesta china permitirá superar en capacidad a Francia en 2025. Además, sus esfuerzos van a provocar un cambio en la hegemonía nuclear, que dejará de ser norteamericana y pasará a ser asiática. "En base a los reactores que hay en construcción y que se esperan que estén terminados en 2026, Asia superará a Norteamérica como la región con mayor capacidad instalada", señala la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su informe eléctrico de 2024. "Asia es el epicentro del crecimiento en energía nuclear", añaden.

Después de China, India es el país que más reactores está levantando. Es otro de los estados que más va a aumentar su músculo nuclear. Aunque está fuera del top diez por capacidad, superará a Suecia y a España, que se está descolgando de este recurso energético. Nueva Delhi está construyendo seis GW más y prevé añadir un total de 13 GW, lo que supone triplicar su capacidad en solo una década.

Ambos países necesitan reducir sus niveles de contaminación. Pekín espera superar su dependencia del carbón en 2060. De momento, más del 60% de la electricidad del país procede de esta materia prima, lo que hace que la calidad del aire sea nefasta. Además, una buena parte del carbón chino se encuentra en el norte del país, por lo que hay que distribuirlo en tren por todo el territorio nacional, algo poco práctico a nivel logístico. Solo el transporte de esta mercancía supone la mitad del uso de la red ferroviaria, según la Asociación Nuclear Mundial. El sistema actual es poco eficiente y altamente perjudicial para la atmósfera.

China es consciente de ello y, precisamente por eso, su apuesta nuclear es tan clara. Solo obtiene el 5% de la electricidad de estas centrales, así que ha de redoblar sus esfuerzos. Además de estar inmerso en la construcción de reactores, Pekín también está trabajando en el aprovisionamiento de combustible, que es el uranio. Actualmente, es capaz de cubrir con sus recursos nacionales el 15% de su demanda de uranio. Sin embargo, dado que también tiene numerosos proyectos en marcha para garantizarse el acceso a esta materia prima, llegará a cubrir un tercio de sus necesidades, según el informe de la AIE. Asimismo, está invirtiendo en firmas mineras de África para asegurarse el suministro.

El país oriental también es uno de los líderes tecnológicos junto a Rusia en lo que a la nuclear se refiere. Ambos proporcionan el 70% de las tecnologías que se están usando actualmente para construir los reactores nucleares. Además, son los dos únicos países que operan pequeños reactores nucleares (SMR, por sus siglas en inglés), lo último en innovación en este ámbito. La idea es que estos módulos sean individuales y que se puedan construir, por ejemplo, en las inmediaciones de una fábrica. Así, se crea ese abastecimiento energético directo y se fomentan proyectos individualizados. Estos reactores más pequeños permiten que la inversión en nuclear no tenga que ser ingente cada vez que se quiere desarrollar este recurso. Según las previsiones de Julius Baer, los SMR serán el futuro de la nuclear y competirán con el hidrógeno, aunque su desarrollo aún esté en una fase temprana.

En Europa y en Estados Unidos, la apuesta por la nuclear no es tan contundente. Alemania llevó a cabo el apagón nuclear el año pasado y España lo hará a partir de 2027. Sin embargo, 14 estados miembro han firmado un acuerdo de colaboración para aumentar su capacidad un 50% más hasta 2050. Mientras, Washington no tiene grandes planes de crecimiento, lo que pone en serio peligro su actual liderazgo.

Pese a las distintas apuestas de los países, se espera que la nuclear siga ganando peso en la generación eléctrica y que la producción alcance un nuevo máximo histórico el año que viene. También en 2025, entre la nuclear y las renovables se superará al carbón como la fuente primaria de electricidad, ya que las dos generarán un tercio del total de electricidad, según la AIE.