Empresas y finanzas
El Santander debe crecer al 10% anual para lograr su objetivo de rentabilidad
- Los analistas estiman un crecimiento anual del 6% hasta 2021
Carlos Jaramillo
El pasado mes de enero, en la presentación de sus cuentas de 2018, Banco Santander anticipó sus objetivos estratégicos a medio plazo. La entidad pretende lograr una rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) de entre el 13% y el 15% y que el capital de máxima calidad (CET 1 fully loaded) se sitúe entre el 11% y el 12%. Para poder cumplir con este objetivo dentro de su plan estratégico a tres años -que presentará este miércoles en Londres- la entidad necesitará lograr crecimientos de doble dígito anualizado hasta 2021, muy por encima de lo que esperan a día de hoy los analistas.
Según los cálculos de UBS, alcanzar una rentabilidad sobre el capital tangible del 13% en 2021 implicaría un beneficio de 10.400 millones de euros. Esta cifra contrasta con los 9.320 millones de euros que descuenta el consenso de mercado recogido por FactSet. Así, mientras los analistas estiman un aumento anualizado de las ganancias del 6% entre 2018 y 2021, alcanzar esos 10.400 millones implicaría elevar el ritmo al 10%.
"Lograrlo parece difícil en una etapa del ciclo económico más madura y sin señales de un apoyo de los tipos de interés. Creemos que una mejora en la cifra de negocio sería vista con escepticismo por el mercado, por lo que favoreceríamos que se centrase en los costes y no nos sorprendería que dibujase una perspectiva de coste del riesgo más optimista de lo descontado en nuestras estimaciones", señalan los analistas de la entidad suiza.
Cómo cumplir
En caso de que el banco alcanzase esa rentabilidad del 13% en 2021, la entidad pulverizaría su anterior récord de beneficios de 2007, cuando se apuntó 9.060 millones de euros. De hecho, si llegase a la parte alta del rango dado por la entidad el beneficio se iría hasta los 12.100 millones. De momento, el banco cántabro ha logrado cumplir con el objetivo de incrementar a doble dígito de su anterior hoja de ruta para el periodo 2015-2018. Ahora, los inversores estarán pendientes de saber cuáles son las palancas que el banco pretende accionar para lograr alcanzar ese nivel de rentabilidad, toda vez que la subida de tipos parece lejana en Europa.
"Nosotros estamos escépticos con respecto a la capacidad del banco para conseguir este objetivo. Si se revisan los catalizadores de su rentabilidad, la caída en las provisiones ha sido un gran apoyo en los últimos tres años. Unos tipos más bajos apoyan la calidad de los activos, pero con muchas divisiones en niveles mínimos de pérdidas por préstamos esperamos que se normalicen", explican desde Jefferies.
Con respecto al foco del encuentro, en la casa de análisis apuntan claramente al sector digital. "Con solo el director de un país -Brasil- en la lista de ponentes, que incluye al jefe de tecnología, al director de innovación y al consejero delegado de Openbank, parece claro dónde estará el protagonismo. Se espera un recorte de costes en el negocio tradicional, pero todavía habrá que ver cómo de rápido pueden crecer las franquicias digitales y que inversión necesitarán", inciden.
Brasil, España y Reino Unido
Más allá del negocio digital, las principales geografías para la compañía son Brasil, Reino Unido y España, que concentran junto a la división de crédito al consumo el 69% del beneficio del banco. El país suramericano supuso el 26% de los beneficios en 2018, España el 17% y Reino Unido el 13%.
En el caso de España, la dirección ha dado un guidance de aumentar los ingresos netos de intereses a un ritmo un dígito medio este año. De momento, el pasado año el banco ya recortó la retribución de la cuenta 1,2,3 y los analistas creen que hay margen para seguir bajando los costes para lograr este objetivo. "Tiene un coste de depósito de 20 puntos básicos, que todavía es el más alto de España con distancia, por lo que es factible rebajarlo. Cada 5 puntos básicos de recorte impulsarían el ingreso neto de intereses en un 3%", calculan en UBS. Más allá de eso, el mercado sigue pendiente de la evolución de la integración de Popular, otro nicho en el que el banco tiene posibilidad de mejorar sus resultados. El grupo cuenta con 4.200 oficinas y desde RBC Capital Markets han identificado un total de 961 que podría cerrarse -el 23% del total-, lo que implicaría 3.652 despidos, el 11% de la plantilla en España. En la entidad canadiense calculan que esto supondría unos costes de reestructuración de 800 millones, pero unos ahorros de casi 200 millones al año.
Por su parte, Brasil ha sido uno de los grandes vectores de crecimiento para el banco en los últimos años. Desde 2011 el beneficio ha aumentado a un ritmo anualizado del 20% y su cuota de mercado ya alcanza el 8,4%. "Esperamos que el banco incremente su cuota en préstamos personales, lo que le permitiría un mayor crecimiento", apuntan desde la entidad canadiense.
En Reino Unido, el banco continuará pendiente de las negociaciones sobre el Brexit, mientras el crédito sigue sin crecer y la filial recorta costes, reduciendo al igual que en España la remuneración de su cuenta 1,2,3.
El nivel de capital, bajo el escrutinio
Otro de los puntos en los que el mercado ha mirado con lupa al Santander durante los últimos años es el nivel de capital, entre los más bajos del sector. Para atajar estos miedos, el banco ha elevado su objetivo de capital de máxima calidad, que espera que se sitúe entre el 11% y el 12%. En Goldman recuerdan que "en los test de estrés de la EBA es el segundo banco en el que menos cae la ratio". "Convencer en torno al capital es tan importante como sobre el beneficio. Su ratio es del 11%, frente a la media del 12,5% del sector, lo que supone que necesitaría 9.000 millones para alcanzar ese nivel y deja menos espacio para absorber sorpresas negativas", advierten en Jefferies.