Empresas y finanzas

Enagás prevé duplicar la aportación del beneficio de sus participadas hasta 2023

  • La actividad en el extranjero pasará a sumar del 20% al 40% del beneficio
  • La compra del 11% de Tallgrass Energy le aportará un dividendo de 60 millones
  • Considera que los polémicos informes del MIT sobre el Castor tienen "garantías"

Tomás Díaz

Enagás ha presentado esta mañana la actualización de su Plan Estratégico hasta 2023, en el que prevé ampliar su presencia internacional hasta duplicar el beneficio que obtiene de sus participadas en el extranjero, desde el 19,6% que logró en 2018 (le añadieron 132,6 millones de euros) hasta el 40%. De momento, la compra del 11% de la norteamericana Tallgrass Energy (TGE), anunciada anoche, le aportará un dividendo medio de 60 millones anuales.

Este aumento de la aportación de las participadas, que no tiene en cuenta nuevas adquisiciones, sino únicamente el dividendo de TGE y la de otras inversiones en curso, como el Gasoducto Transadriático, no tendrá reflejo en la política de pago al accionista: como ya anunció hace unas semanas el presidente de la compañía, Antonio Llardén, durante la presentación de resultados de 2018, el incremento de su dividendo será del 5% anual hasta 2020 (hasta 1,68 euros por título) y luego previsiblemente se reducirá, puesto que la empresa sólo garantiza un mínimo del 1% hasta 2023 (hasta 1,74 euros por título). Con todo, supone garantizar un pago de 2.000 millones entre 2019 y 2023.

En sus previsiones para este período, la firma espera obtener un flujo de caja 3.737 millones, acometer unas inversiones de 983 millones (incluidos los 591 millones de TGE), abonar 1.984 millones en dividendos, recibir 435 millones del arbitraje internacional con Perú por el Gasoducto Sur Peruano y disponer de 1.413 millones de flujo de caja de uso discrecional por parte del Consejo de Administración.

Tres áreas de negocio

En los años venideros, Enagás enfocará su actividad en tres áreas: nuevos negocios, Core Business y Expanded Core. En los nuevos negocios incluye todo aquello relacionado con la transición energética, como el desarrollo del biometano y, a un plazo más largo, el hidrógeno. El presidente comentó ante los analistas que ya tiene firmados 13 acuerdos con Ferrovial, Acciona, Redexis, Repsol, Ence, el Gobierno de Aragón y otras entidades. Aunque no es una división que reciba mucho capital, espera grandes logros a partir de 2022.

En Core Buisiness está el negocio tradicional de la empresa: construcción, operación y gestión de infrestructuras gasistas. Será la parte del león de la actividad, y seguirá enfocándose en sus mercados tradicionales, Europa y América, sobre todo "el eje del Pacífico", en palabras de Llardén, desde Chile hasta EEUU.

Y en Expanded Core se incluyen actividades complementarias de la cadena gasista, como las infraestructuras flotantes y licuefacción, los negocios de pequeña escala para el uso del gas en el transporte, ya sea marítimo (bunkering) o terrestre, o la prestación de servicios de ingeniería, mantenimiento, formación… Mención aparte merece Enagás Emprende, una subsidiaria especializada en start up, que ya ha lanzado siete de estas pequeñas empresas.

Deuda de 1.100 millones por TGE

Buena parte de la presentación de la actualización del plan estratégico ante los analistas se destinó a aportar detalles de la operación de adquisición del 11% de TGE en alianza con Blackstone y con GIC. Las tres sociedades participan en una sociedad vehículo (SPV) en la que Enagás tiene el 24,9% tras desembolsar 590 millones de dólares, con opción a crecer otro 3,52% por otros 83 millones de dólares, previo cumplimiento de ciertas opciones, que la compañía da por seguras y, en consecuencia, incluye en sus previsiones de inversión durante el período. Adicionalmente, la empresa española podría invertir 300 millones de dólares en nuevos negocios, mediante la sociedad vehículo.

La operación se ha realizado gracias a un préstamo recibido por la SPV por 1.100 millones de dólares, sin recurso a los accionistas, sino sobre las propias acciones de la sociedad, con un apalancamiento de 3,5 veces, que las empresas prevén refinanciar en 2022, con cargo a sus beneficios.

Los dividendos que reparta TGE serán empleados por Enagás para devolver el préstamo solicitado por la SPV y para nutrir la caja. Los beneficios que repatrie sufrirán una retención fiscal del 15%. Por esta razón y otros efectos contables, el dividendo de 60 millones de euros se traducirá en un flujo de caja de unos 44 millones. Llardén subrayó que la operación ha recibido el visto bueno de las agencias de calificación crediticia Fitch y de Standard & Poor's, que estaban previamente informadas de la operación. Posteriormente, durante una rueda de prensa, Llardén explicó que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia tambíén estaba al tanto y que le había indicado que no era necesario recibir su aprobación.

Llardén descartó que hubiera problemas con los contratos de abastecimiento de gas a largo plazo de TGE. Declaró que tienen una duración de 10 años, la asumida por el mercado.

Nada que objetar sobre el Castor

Preguntado por la prensa sobre el polémico almacén Castor y las alegaciones de Escal, rechazando la autoría del MIT sobre el informe que avaló su paralización e hibernación, Llardén declaró que no tenía "nada que objetar", por ser algo judicializado, y que los profesores del prestigioso centro de investigación que firman el documento tienen "todas las agarantías del mundo".

En relación a la demanda que han presentado para cobrar sus trabajos de mantenimiento de la infraestructura, únicamente señaló que siguen trabajando, a pesar de no percibir remuneración alguna. También añadió que estaba a la espera de las órdenes del Gobierno en relación a los tapones de los 12 pozos del almacén subterráneo, que deben sustituirse o retirarse para proceder al sellado definitivo, tal y como anunció recientemente la ministra Teresa Ribera.

Sobre otros asuntos, descartó problemas de abastecimiento por la situación en Argelia, y reveló la oposición de Francia sobre la construcción del Step (el gasoducto con planificado con el país vecino rechazado por los reguladores de ambos países), añadiendo que era un asunto sobre el que se tendrá que pronunciar Acer, la agencia de cooperación de los reguladores europeos.