Empresas y finanzas
ACS y Atlantia limitan su pacto de accionistas en Abertis solo a 10 años
Javier Mesones, Rubén Esteller, Cristina Triana
El pacto de accionistas que han suscrito ACS, su filial Hochtief y Atlantia para controlar Abertis tendrá una duración acotada a 10 años, según el acuerdo firmado por las empresas. Hace tres semanas, el presidente del grupo español, Florentino Pérez, aseguró que se trata de un proyecto "a largo plazo" e, incluso, "con la ilusión de que dure toda la vida", dijo. Con ello, intentó desterrar que la intención de esta operación sea la de "despiezar" Abertis y "repartirnos los activos".
Aunque las manifestaciones públicas apuntan a un matrimonio estable, el acuerdo ya establece al menos una fecha para el divorcio (2028). Y siempre a la espera de conocer los detalles finales, toda vez que en este tipo de alianzas es habitual que se incluyan cláusulas de ruptura anticipada, ante determinados supuestos.
Así ocurrió, por ejemplo, en la compra de Endesa, cuando Acciona y Enel, que como ACS y Atlantia con Abertis tomaron el control conjunto de la eléctrica, pactaron dividirse los activos en caso de "discrepancias irreconciliables" en la gestión tres años después de la opa (oferta pública de adquisición). En aquel proceso, desde el quinto año ya ni siquiera hacía falta que existieran diferencias.
El acuerdo entre ACS y Atlantia les ha evitado embarcarse en una guerra de opas final, que habría encarecido aún más la operación. Para tomar el control de Abertis, utilizarán la oferta original de Hochtief, aunque modificada a 18,36 euros por acción, completamente en efectivo.
Esto supone valorar el 100% de la concesionaria catalana en 18.181 millones de euros. Con posterioridad al éxito de la opa, comprarán la participación que ostente la constructora germana a través de un vehículo societario de nueva creación, en el que Atlantia controlará el 50% más una acción, ACS el 30% y Hochtief el 20% menos una acción.
Atlantia tendrá, por tanto, el control accionarial y asumirá el poder ejecutivo de Abertis -nombrará al consejero delegado-. Y es aquí donde más dudas surgen respecto a la futura convivencia de dos em- presas acostumbradas a tener una influencia en la gestión. Así lo ha hecho ACS con Hochtief y sus filiales o lo intentó en el pasado, sin éxito, con Iberdrola.
Con el 50% más una acción de Abertis, Atlantia consolidará el negocio de la concesionaria que preside Salvador Alemany en sus cuentas, aunque al mismo tiempo tendrá que anotarse una deuda próxima a los 15.000 millones, a lo que hay que añadir la financiación de la operación. Porque el grupo que dirige Giovanni Castellucci, además de costear su parte, también ayudará a financiar la de ACS. Así, le comprará el 24,1% de Hochtief por unos 2.500 millones de euros.
Con su participación minoritaria, la multinacional que lidera Florentino Pérez evitará apuntarse la deuda de Abertis, una losa que habría borrado los esfuerzos de los últimos años para reducirla y conseguir el grado de inversión por parte de las agencias de calificación. Podrá, sin embargo, nutrirse de los jugosos dividendos que reparte Abertis y de las numerosos oportunidades de negocio conjuntas. El presidente de Hochtief y consejero delegado de ACS, Marcelino Fernández Verdes, ha destacado en varias presentaciones que el grupo aspira a proyectos reales para los próximos cuatro años por 200.000 millones, fundamentalmente en Norteamérica, Australia y Europa.
El plan de Atlantia-ACS contempla la venta forzosa a los accionistas de Abertis que no admitan la oferta de Hochtief si el nivel de aceptación supera el 90% y la exclusión en bolsa si el porcentaje se sitúa por debajo de este umbral -y por encima del 50,1%, requisito mínimo exigido para que la operación salga adelante-.
En próximas fechas, Atlantia deberá desistir de su opa. Tendrá que hacerlo antes de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) apruebe la oferta modificada de Hochtief. Las empresas estiman que el proceso estará culminado a finales de mayo.