La 'batalla' judicial por los falsos autónomos cerca a Deliveroo y Glovo
- Afrontan juicios este año y los repartidores de Stuart barajan denunciar
África Semprún, Javier Romera
Deliveroo ya tiene cita para sentarse este año en el banquillo de los acusados por utilizar, presuntamente, falsos autónomos para llevar comida a domicilio. El juez ha fijado las fechas del juicio por la demanda que pusieron 14 exrepartidores de la plataforma en Barcelona para exigir que les reconocieran como asalariados tras llevar un año trabajando para ellos como autónomos dependientes de "forma fraudulenta". Así, Deliveroo se verá las caras con sus exrepartidores después de Semana Santa, antes de agosto y en octubre, ya que la justicia ha repartido en tres días la resolución de la denuncia que tiene muchas papeletas de ser positiva para los riders. No en vano, la Inspección de Trabajo ya dictaminó en Valencia y Madrid que los repartidores de Deliveroo deberían ser trabajadores por cuanta ajena.
No es la primera vez que la empresa británica afronta una denuncia por utilizar falsos autónomos. En Madrid, tres trabajadores llevaron a la plataforma ante el juez pero no llegó a celebrarse el juicio porque, a última hora, Deliveroo, que se había negado a acudir a los actos de conciliación, ofreció dinero a cambio de que desistieran de la vía judicial. Fuentes cercanas al caso aseguran que llegaron a ofrecer algo menos de 10.000 euros. Desde la compañía explican que los acuerdos económicos son "muy comunes" y que los repartidores "reconocieron que eran autónomos" por lo que "cobraron una indemnización por haber sido despedidos como tales". Deliveroo tiene otra denuncia en Valencia y también ha sido llevado ante la justicia en Reino Unido y Francia, donde tiene una gran presencia.
Pero Deliveroo no es la única empresa de reparto de comida a domicilio que tiene pleitos. Trabajadores de Glovo en Barcelona han denunciado a la plataforma por tenerlos como falsos autónomos mientras que algunos repartidores de Stuart en Madrid y la Ciudad Condal se están empezando a organizar y barajan emprender acciones legales contra la empresa, que tiene un ambicioso plan de expansión por España, para exigir ser asalariados.
Este tipo de compañías tienen cada vez más interés en llegar a acuerdos extrajudiciales con los riders para evitar el riesgo de que el tribunal falle a favor de los demandantes y, una vez haya sentencia firme, se cree jurisprudencia y Deliveroo, Glovo, Stuart y Uber Eats, que funcionan con el mismo modelo -insisten en que son clientes y Glovo incluso les cobra- tengan que contratar a todos los repartidores, por lo que el negocio, que cada se extiende más por el mundo sería inviable en España.
Más allá de las denuncias directas, la justicia está sentando poco a poco las bases para que este tipo de plataformas digitales tengan que dejar de usar autónomos. Por un lado, el tribunal justicia de la UE ha dictaminado que el logaritmo que se usa para poner en contacto el cliente con el proveedor de un servicio es la fuente fundamental del negocio por lo que el dueño del algoritmo será el "dueño" real del negocio por lo que el repartidor no tiene control sobre el trabajo, que depende en todo caso de lo que le manden. En esta línea, una sentencia del Supremo del 16 de febrero ha dejado claro que hay una relación laboral cuando es la empresa y no el autónomo el que "toma las decisiones concernientes a la relación con el mercado o el público"; cuando selecciona la clientela o personas a atender y cuando fija "precios, tarifas, horarios" y zonas de actuación, tal y como hacen firmas como Deliveroo. La sentencia hace referencia a una empresa que intermedia, vía telefónica, entre clientes y traductores.
Paralelamente a la vía judicial, el Ministerio de Empleo está estrechando el cerco sobre estas empresas. Trabajo ha abierto decenas de inspecciones a estas tres empresas en los últimos meses a raíz de las denuncias que han interpuesto los propios extrabajadores y los sindicatos tradicionales. Así, tal y como publicó este diario, Trabajo ha abierto una decena de investigaciones en todas las ciudades donde están persentes estas compañías: Madrid, Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Málaga, Bilbao...
Por ejemplo, a finales del año pasado, UGT puso una denuncia ante la inspección de Trabajo contra Glovo, Uber Eats, Deliveroo y Stuart por mantener "una relación laboral encubierta" con los repartidores a los que tienen contratados como autónomos. "Para nosotros son trabajadores por cuenta ajena y mientras no se regule el sector va a haber competencia desleal", aseguró el líder sindical durante una jornada organizada por UNO. "Lo que dicen las firmas de que el repartidor trabaja cuando quiere es mentira. Están sometidos a mucha presión, les obligan a realizar los pedidos en un tiempo y una forma determinada y si no cumplen, al día siguiente no les dan trabajo. Están en una situación de semiesclavitud", aseguró Diego Buenestado García, secretario de la Federación de Servicios, Movilidad y carretera de UGT.
"Sin el papel organizador de la plataforma y sin el algoritmo, el negocio no existiría. Firman un acuerdo mercantil con los repartidores pero les ponen condiciones laborales", aseguró Andrés Bravo, representante de CEAT Madrid.