Empresas y finanzas
Los fondos soberanos cuadriplicarán sus inversiones en agricultura
- El valor de sus activos agrícolas alcanzará los 240.000 millones
Rafael Daniel
Los fondos soberanos podrían multiplicar por cuatro sus inversiones en activos agrícolas en los próximos diez años, hasta alcanzar los 240.000 millones de dólares, por la demanda creciente de alimentos. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro
Hasta ahora, el peso de la agricultura era prácticamente marginal en las carteras de los inversores institucionales -fondos de pensiones, aseguradoras, hedge funds- , algo a lo que no escapaban los fondos soberanos. La creciente demanda de alimentos de los países emergentes están provocando, sin embargo, un "claro cambio de tendencia" que hará, según recoge el infor- me Fondos Soberanos 2015, elaborado por Esade Business School, KPMG e Icex-Invest in Spain, que los vehículos de inversión de propiedad estatal eleven sus volúmenes de inversión en activos agrarios en una década de los 60.000 millones de dólares, que se calcula que tienen en la actualidad, a los 240.000 millones.
La agricultura dejará así de ser la "gran olvidada" de los grandes inversores institucionales, aunque serán los fondos soberanos -existen actualmente 92 que gestionan 7,1 billones de dólares- los que jugarán un papel "especialmente activo" ante el "reto descomunal" al que se enfrenta el mundo: incrementar la producción de alimentos hasta 2050 entre un 50 por ciento y un 70 por ciento. "Los países emergentes tienen hambre y para satisfacer esta creciente demanda de alimentos se necesitarán fuertes inversiones para capitalizar el campo y hacerlo más productivo", explica en el informe Marc Garrigasait, presidente y director de Inversiones en Koala Capital Sicav y Panda Agriculture and Water Fund.
Estas inversiones, según el informe, se canalizarán fundamentalmente a través de los fondos soberanos por su alta capacidad financiera en muchos de los países con mayor déficit agrícola, porque su filosofía casa a la perfección con el largo plazo de las inversiones en agricultura y porque disponen del respaldo de la autoridad de sus países en cuanto a seguridad jurídica, un déficit existente en muchos países que todavía asusta a los inversores privados.
Garantizar el suministro
Los fondos soberanos serán así actores esenciales y principales de lo que Garrigasait denomina las "dinámicas de la geopolítica de la agricultura" y que marcarán cada vez más las relaciones de la política exterior y comercial de los países con mayor déficit agrícola. "Al igual que sucede, por ejemplo, con los países importadores de combustibles fósiles, estos países tienen que trazar estrategias que limiten su excesiva dependencia de un solo país, asegurándose un suministro fiable y diversificado de alimentos y, llegado el punto, acometer inversiones en el sector agrícola en países con excedente de producción", afirma este experto. Dos ejemplos de la creciente demanda de alimentos y del papel que jugarán los fondos soberanos los brindan China y los países del Golfo Pérsico.
Desde principios de la década de los 80, el gigante asiático ha visto cómo su PIB per cápita se multiplicaba por 20, lo que ha permitido que cerca de 230 millones de personas sean consideradas ya hoy como clase media, una cifra que en dos décadas puede superar los 950 millones. China, con cerca de 1.300 millones de habitantes, sólo dispone de 110 millones de hectáreas disponibles, lo que supone una ratio de tan sólo 0,08 hectáreas per cápita, una de las más bajas del mundo. Su déficit comercial agrícola se acerca a los 80.000 millones de dólares.
Déficit alimentario
Este fenómeno, asegura el informe de Marc Garrigasait, se extiende a otros países desarrollados y emergentes del continente asiático y a gran parte de los países que configuran la región del África subsahariana y del Golfo Pérsico. En todos ellos coexisten dos factores: poblaciones relativamente grandes y en crecimiento, y una proporción de tierra para el cultivo relativamente baja. El conjunto de países asiáticos, por ejemplo, arroja un déficit de 159.000 millones de dólares. En el Golfo Pérsico, países como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos importaban de forma neta 27.000 millones de dólares en alimentos en 2011.
Los primeros pasos ya se están dando. Hassad Food, un fondo exclusivamente agrícola vinculado al fondo soberano Qatar Investment Authority y puesto en marcha en 2008, ha manifestado su interés en realizar inversiones estratégicas en el sector agroalimentario de Turquía y Brasil invirtiendo en azúcar, proteínas de animales, grano y arroz, y recientemente ha hecho público su interés por adquirir activos relacionados con la agricultura en EEUU, Canadá, Brasil y países del Este de Europa. De la misma forma, la compañía Salic (Saudi Agricultural and Livestock Investment Company), creada por el gobierno saudí, compró en abril del pasado año el 50,1 por ciento de la Canadian Wheat Board, que controla las exportaciones de trigo canadiense, el segundo mayor exportador mundial.
El caso chino es también de los más ilustrativos. En junio de 2014, Ding Suedong, presidente del fondo soberano China Investment Corporation, que gestiona las reservas de divisas que entran cada año en el país desde su sector exterior, anunciaba que iban a empezar a invertir en agricultura.