Empresas y finanzas

Santalucía prevé duplicar la inversión en infraestructuras y crédito a pymes


    Eva Contreras

    La exposición en activos de gestión alternativa subirá del 4,5 al 9% de la cartera

    El desafiante entorno de tipos de interés a ras de suelo impone un nuevo ciclo a la estrategia de inversión de las aseguradoras, fuertemente escorada hacia una deuda pública que ahora casi no renta. Mientras algunas compañías ojean movimientos de la competencia antes de trazar ruta, Santalucía está decidida a buscar activos alternativos de mayor potencial, tales como financiación de infraestructuras y a pymes, préstamos corporativos de máxima calidad o capital riesgo.

    "A cierre de 2015, la exposición de Santalucía a gestión alternativa es del 4,5 por ciento de nuestra cartera de inversión", revela José Manuel Jiménez Mena, el directivo elegido por la aseguradora para pilotar una dirección general financiera corporativa de reciente creación, que tiene entre sus múltiples cometidos coordinar la estrategia de inversión de las nueve compañías que conforman el grupo. "En este momento -agrega-, hemos asumido que, en función de las oportunidades de mercado, podremos llegar a invertir en esta tipología de activos un máximo del 9 por ciento del total". Es decir, sopesa duplicar.

    4.500 millones invertidos

    La aseguradora contaba en 2014, últimos datos públicos, con 4.504 millones en inversiones financieras, que albergaban 552 millones en plusvalías. Un 92 por ciento era renta fija, otro 8 variable y en inmuebles alojaba el 8,6 por ciento ó 315 millones, magnitud que orienta sobre la apuesta en activos alternativos.

    El año pasado rediseñó la clasificación de activos para incluir la "gestión alternativa" como nueva tipología y el buen resultado de las catas anima ahora su refuerzo. En 2015 ganó espacio a la renta fija, un activo donde ha demostrado capacidad probada para acometer apuestas sofisticadas. En portfolio tiene deuda de más de 30 países y a España corresponde solo el 55 por ciento, muy por debajo de la media del sector; a lo que se atreve porque exige ratings de solvencia a los emisores comparativamente más estrictos -el 95 por ciento de su inversión es investmen grade o 'BBB' superior-.

    "Además de paliar la caída de rentabilidad derivada de los menores tipos de interés en renta fija -explica el directivo-, buscamos una descorrelación de riesgos con los activos clásicos de renta fija y renta variable cotizados". Y se lo permite un más que holgado colchón de recursos propios -seis veces el exigido por Solvencia I- y una estrategia medida al milímetro. "Al ser inversiones muy especializadas, nos obligamos internamente a seleccionar las mejores gestoras. Les hacemos una adecuada due diligence y analizamos sus capacidades, y a partir de ahí delegamos en la mejor para cada activo particular", explica.

    Incursión en infraestructuras

    En las primeras incursiones la prioridad ha sido gestión con subyacente en renta fija -financiación de infraestructura, a no cotizadas y préstamos corporativos first lien- de la mano de firmas como Altamar, BlackRock, BlackStone, N+1, Partner Group, KKR, Marshall Wace ó Pionner, entre otras. Pero está abierta a renta variable alternativa como private equity; materias primas o fondos de inversión inmobiliarios.

    En infraestructuras, en particular, su foco son proyectos globales en Europa o países OCDE. "En Estados Unidos y Canadá hay importantes oportunidades para invertir en infraestructuras", detalla.

    Otro gran desafío del escenario de tipos ultrabajos para el seguro es construir una oferta comercial que atraiga a clientes acostumbrados a productos con altas rentabilidades garantizadas imposibles ahora de diseñar. Santalucía compró Alpha Plus para tener su propia fábrica de fondos y planes de pensiones, que ofrecer. Y al mismo tiempo está entrenando a la red para que entiendan bien al cliente y sus intereses. "Si nos encontramos con uno muy conservador, el reto es explicarle que un producto con tipos bajos que garantice su capital es un buen producto. Y si el tipo es un poquito más alto del de la competencia no es solo bueno, es excelente", defiende Jiménez Mena.

    Maximizar el potencial de grupo

    La calle Santa Lucía de A Coruña dio nombre en 1922 a una pequeña firma especializada en seguros de sepelio, germen del actual grupo del que caen nueve empresas y trabaja con siete millones de asegurados. En los dos últimos años y bajo la batuta de Andrés Romero -director general desde 2014-, empuja la internacionalización, apuesta fuerte por el seguro de vida o forja alianzas con Sanitas y Evo Banco.
    Entre los últimos movimientos revoluciona su estructura para maximizar el potencial que ofrece como grupo. La nueva dirección general financiera creada en febrero y que pilota José Manuel Jiménez Mena tiene la misión de ?trabajar mucho más coordinados y tener objetivos comunes?. Esta división aglutina la gestora Alpha Plus, el área de inversiones -a cuyo frente situó recientemente a Carlos Babiano-, la financiera, la planificación presupuestaria, control de gestión e inmuebles. Asume el doble cometido de consolidar por vez primera cuentas y presupuestos y elaborar estrategias globales en ámbitos como la fiscalidad o inversiones, que luego permearán a sus subsidirias.
    El grupo lo integran firmas que han operado de forma casi individual:la aseguradora, Ballesol, líder en gestión de residencias geriátricas con 49 centros;el proveedor de asistencia médico sanitaria International SOS España; Alpha Plus, una empresa de reparaciones o la gestora de funerarias Albia, entre otras.
    La coordinación puede multiplicar la oferta a clientes y su desarrollo. La red Santalucía se surte, por ejemplo, de productos de Alpha Plus y arrancó la expansión en México con Ballesol. Primero abrirá residencias, luego la oferta aseguradora.