Los planes de Orange para Jazztel: pretende crear un 'peso pesado' en la bolsa
- Orange mantendrá Jazztel en bolsa para cotizar como grupo
Antonio Lorenzo
Orange España permitirá que Jazztel siga cotizando en bolsa, incluso después de culminar su oferta pública de adquisición (opa), cuyo folleto ayer aprobó el consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Dicho documento confirma el deseo de Orange de dejarse abierta la posibilidad de cotizar como grupo y convertirse en un peso pesado del Ibex 35 cuando lo considere conveniente. La fusión provocará un máximo de 400 despidos.
Por lo pronto, gran parte del camino que conduce al parqué ya está realizado gracias a la presencia bursátil de Jazztel, y esa ventaja no se perderá durante el proceso de compra de la compañía. Aunque Orange supere el 90 por ciento del capital de Jazztel, la filial del grupo galo estaría dispuesta a renunciar a la adquisición forzosa de las restantes acciones.
elEconomista ya adelantó el pasado lunes los posibles planes de Orange de irrumpir en el mercado bursátil tras su inminente integración con Jazztel. Una vez fusionados los dos operadores, el grupo resultante podría dar entrada a accionistas y reconvertir a la nueva empresa en un valor cotizado líquido. Existen dos posibles caminos que terminan en la bolsa: a través de una oferta pública de venta (OPV), con la que Orange vendería un paquete del capital de la nueva compañía en el mercado; o por medio de una oferta pública de suscripción (OPS), que exigiría una ampliación de capital. Si lo decidiera, Orange- Jazztel atesoraría una capitalización de casi 5.000 millones, según los múltiplos que ahora paga el mercado en el mismo sector.
La hora de vender 'jazzteles'
Tras nueve meses de espera, el nacimiento de la nueva Orange- Jazztel está a punto de producirse. Los accionistas de ambas sociedades despejaron las incertidumbres que afectaban al folleto de la opa y ya olfatean el final de una aventura que promete realizarse tal y como planearon sus promotores.
El precio de la oferta será de 13 euros por título, lo que arroja un importe máximo total de 3.400 millones de euros, tal y como se dejó claro desde el primer momento de la ofensiva. Eso ocurrió el 16 de septiembre de 2014, cuando Orange desveló el anuncio previo de una opa amistosa sobre su rival con el objetivo de ganar fuerza en el negocio de las telecomunicaciones convergentes.
Las condiciones de la opa han cambiado levemente respecto a lo anunciado ya formalmente en octubre de 2014, cuando se condicionó a una aceptación del 50,01 por ciento del capital, una vez excluido el paquete de 36,3 millones de acciones del presidente de Jazztel, Leopoldo Fernández Pujals, dueño del 14,48 por ciento del capital. Ahora, según se desprende del documento distribuido por la CNMV, "la efectividad de la oferta se condiciona a su aceptación por al menos 131,8 millones de acciones, equivalente al 51,23 por ciento del capital social de Jazztel ".
En cuanto se produzca la transacción, el empresario hispano cubano ingresará 490 millones de euros, para codearse entre los 25 mayores magnates del país, con una fortuna estimada en 800 millones.
Nada más obtener la autorización a la operación por parte de la Comisión Europea de Competencia, la compañía puso en marcha los trámites para cerrar la compraventa lo antes posible. La urgencia de Orange es máxima para poder replicar cuanto antes a las ofensivas de Movistar Fusión y Vodafone One.
Según se indica en el folleto explicativo, la finalidad perseguida por la opa consiste en la adquisición de una participación de control de Jazztel y su consiguiente integración en el grupo de sociedades encabezado por Orange. A grandes rasgos, el reto consiste en "realizar ofertas de paquetes convergentes de servicios fijos y móviles a diez millones de hogares a finales de 2016".
La dinámica del mercado español, liderado históricamente por Movistar, invitaba al resto de los operadores a invertir en fibra óptica como única respuesta para competir en un nuevo escenario deslumbrado por las conexiones fijas de súper alta velocidad. Ante esa exigencia, Orange fijó su mirada en Jazztel . Se trataba de la única alternativa disponible en España para crecer en banda ancha fija, una vez que Vodafone había adquirido Ono pocos meses antes.