Empresas y finanzas

La amenaza de López Obrador toca a Santander, Repsol e Iberdrola

  • El presidente de México acusa a las firmas de saqueo
  • Pone el foco en las energéticas y cerca el crecimiento del banco
El presidente de M?xico, Andr?s Manuel L?pez Obrador.

Eva Díaz, Sandra Acosta, Javier Mesones

La amenaza del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de "pausar" las relaciones bilaterales con España ante el supuesto saqueo de autoridades y compañías desde hace años impacta de lleno sobre el Santander, Repsol e Iberdrola. El mandatario azteca ataca a la inversión de las empresas españolas en México tan solo una semana después de que la presidenta del Santander, Ana Botín, mostrara su interés por analizar la compra del tercer banco azteca, Citibanamex, operación que se abrirá en el tercer trimestre.

En la actualidad, BBVA, primer banco del país, y Santander, segundo, acaparan en torno al 38% de la cuota de mercado en México. La compra por parte del grupo cántabro de Banamex podría elevar este control a casi el 50%. Para BBVA, el negocio mexicano le reporta unos ingresos anuales de hasta 7.600 millones, mientras que para el Santander ascienden a casi 3.600 millones. Desde el sector financiero aseguran que hay poca preocupación por las palabras de AMLO y califican de buena la relación con el presidente. Asimismo, dudan de que haya un verdadero freno para el Santander por Banamex si la solución es viable y mantiene empleos.

Para las empresas españolas de energía renovable, los primeros tres años del sexenio de López Obrador han sido duros, con Iberdrola en el foco. Iniciado el mandato, la compañía española y la administración federal anunciaron un despliegue de inversiones por 4.300 millones de euros, que fueron repartidos en los siguientes seis años, pero la relación comenzó a desgastarse después de la cancelación de una planta de ciclo combinado que construiría Iberdrola en Tuxpan, Veracruz. A esto se le suma las críticas respecto a la incorporación del expresidente Felipe Calderón al consejo de administración y las trabas por parte de la Comisión Reguladora de Energía para renovar licencias y permisos en un intento por limitar la participación privada. El Gobierno también canceló las subastas de energía eólica y solar programadas. Así pues, la eléctrica puso el freno y descartó nuevas inversiones. El 8,1% de los ingresos de Iberdrola vienen de México, lo que supone 2.691 millones de euros para la empresa. Repsol también ha sido foco de López Obrador, que le acusa de recibir contratos gracias a su influencia política que fueron perjudiciales para la estatal Pemex. El caso mencionado por el presidente mexicano es el de la explotación de gas en la Cuenca de Burgos. López Obrador lleva años asegurando que la empresa tuvo fuertes ganancias pero que no se llegó a extraer el gas que se esperaba.

Otras grandes empresas españolas con presencia en el país son Telefónica y Mapfre con ingresos por encima de los mil millones al año.

En infraestructuras, Abertis es dueña de Red de Carreteras de Occidente (RCO) y Globalvia y Roadis también tiene concesiones, al igual que Aena en aeropuertos. Acciona destaca en energía y Sacyr ha tenido éxitos en hospitales y carreteras, mientras que ACS se ha difuminado con la venta de Cobra, algo que ya hizo OHLA años atrás con la venta de OHL Concesiones.

La inversión se frena

España es el segundo país que más invierte en México, por detrás de EEUU. El stock de inversión bruta española en el país azteca es de 50.000 millones de euros, según los últimos datos de la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones. Desde la llegada de AMLO al poder en el verano de 2018, la inversión española en México ha caído un 64%, hasta los 1.900 millones en 2020, según el ICEX.