Empresas y finanzas

El Prat se saturará en 2026 y no hay negociación prevista hasta entonces

  • La infraestructura catalana tiene todos sus 'slots' llenos en las horas punta
Aeropuerto de El Prat. <i>Foto: Europa Press</i>.

Lucía Gómez, Estela López

Paralización de la inversión y de las negociaciones. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana anunciaba el pasado miércoles la paralización de la inversión para la ampliación del aeropuerto de El Prat ante la pérdida de confianza por parte del Govern de Cataluña. Ayer, solo unas horas después de este hecho, se comunicaba por parte de Maurici Lucena, presidente de Aena, la posibilidad de retomar las negociaciones ahora enquistadas "dentro de cinco años, si las circunstancias en Cataluña han cambiado y hay un sustrato político que ve más adecuada esta inversión". Esto supone comenzar de nuevo el trabajo en 2026, mismo año en que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, considera que se producirá la saturación de la infraestructura.

"En 2019 el aeropuerto estaba alcanzando niveles de saturación en determinadas franjas horarias", señaló Sánchez, recordando que "impedir que una infraestructura como esta llegue a una saturación exige mucho tiempo de planificación y de preparación, así como una gran inversión". De acuerdo con los datos que facilita la propia Aena, la capacidad, con los parámetros de movimientos de aeronaves, se sitúa en 55 millones de pasajeros anuales, límite que habría estado a punto de alcanzarse en el año 2020, en condiciones habituales, puesto que en 2019 lo utilizaron 52,6 millones de pasajeros.

A raíz de esta situación, se abrían dos posibilidades: una optimización de las infraestructuras (que llevaría a una capacidad máxima de 60 millones de viajeros anuales), o bien un plan de ampliación, ahora suspendido, que, a lo anterior, añadiría una ampliación de la pista y la construcción de la terminal Satélite T1S con lo que la capacidad máxima del aeropuerto alcanzaría los 72 millones de pasajeros anuales, lo que supone un incremento del 31% respecto al momento actual.

En este sentido, fuentes de Aena señalan que el aeropuerto "tiene slots libres en horas valle, pero no en punta", es decir, a primera hora de la mañana, durante la tarde y al final de la tarde. Esto provoca que sea "imposible" crecer, pues las aerolíneas aprovechan estos momentos para aterrizar vuelos de corto y medio radio que conectan con los de larga distancia y facilitar el trasvase de pasajeros. "También genera problemas de calidad en puntualidad, metodológicos o en el espacio aéreo europeo", recuerdan.

La única alternativa, por tanto, es el proyecto ahora suspendido, pues desde Aena señalan que "la única que cumplía los objetivos que buscábamos era la ampliación de la pista corta", insistiendo en que es la única opción técnicamente viable. La ampliación, que iba a tener un coste de 1.700 millones, contaba con el beneplácito del Govern hasta, al menos, el día 3 de septiembre, cuando, de acuerdo con Aena, la Generalitat, presente en el Comité de Coordinación Aeroportuaria de Cataluña, "estaba en la línea del acuerdo alcanzado y el Govern lo bendijo".