La banca cierra 700 oficinas hasta marzo, sin los grandes EREs

La banca española, inmersa en plenos ajustes para ganar eficiencia tras pasar lo peor de la pandemia, cerró en el primer trimestre 700 sucursales, el 3% del total. A cierre de marzo, las entidades de crédito contaban con 21.612 oficinas frente a las 22.299 de tres meses antes, según los datos del Banco de España.

Esta cifra de cierre de sucursales seguirá en ascenso a lo largo del año, una vez que CaixaBank termine de negociar su ERE tras la fusión con Bankia y comience a aplicarlo, prácticamente algo que hará en paralelo con BBVA, que ya cerró a inicios de este mes el acuerdo de su expediente de regulación de empleo con los representantes de los trabajadores.

La entidad que encabeza Carlos Torres selló finalmente la salida de 2.725 empleados, 1.073 menos de los inicialmente planteados, y el 9 % del total, junto al cierre de 480 oficinas, el 20% de la red en España. Por su parte, el banco que lidera Gonzalo Gortázar, propuso el pasado martes una nueva rebaja de afectados, concretamente 450 menos, hasta dejar la cifra de salidas en 6.950. Sin embargo, ante el desacuerdo sindical, los representantes de los trabajadores han acudido al expresidente del banco, Isidro Fainé, y presidente de Criteria y la Fundación 'laCaixa' para que les ayude en la negociación. Respecto al número de oficinas a clausurar, la entidad de origen catalana no ha rebajado la cifra inicial de 1.534. Si finalmente así fuera, supondría el cierre del 25% de la red.

Además, el Banco Santander también cerró un acuerdo de ERE a finales del año, por el que planteó la clausura de un máximo de mil sucursales, mientras que el Sabadell, tras aprobar un ajuste de 1.800 empleados, no cerró sucursales en el primer trimestre del año, pero sí lo hizo a lo largo de 2020, reduciendo un 12,6% el número de oficinas en nuestro país, hasta situarlas en 1.614.

A los ajustes que realicen CaixaBank y BBVA a lo largo del año, se unirán también los que lleve a cabo Unicaja, tras la fusión con Liberbank. Según los distintos analistas, esperan la salida de entre 1.000 y 2.000 empleados y el cierre de unas 400 oficinas.

Desde la última crisis global, la banca española ha echado la persiana a 24.360 sucursales, el 53% del total.