Sepi deja a una docena de hoteleras sin rescate ante la campaña de verano
- Sepi dará salida a varios rescates al inicio del verano
- Muchas de las compañías que solicitaron ayuda están ahogadas económicamente
Lucía Gómez
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) lleva tres meses, desde el pasado 16 de marzo, sin aprobar ningún rescate del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas. Esta situación coloca a la mayor parte de la treintena de empresas que están esperando el visto bueno de su rescate en una situación económica muy complicada. La realidad es todavía más dura si cabe para la docena de compañías del sector turístico que ven cómo deben afrontar un segundo verano a medio gas sin el apoyo del dinero público.
Hotusa, Pangea, Wamos Air, AlbaStar, Juliá, Hotelatelier... todas ellas, y muchas otras, presentaron hace meses su solicitud al fondo de rescate y siguen sin respuesta. Fuentes conocedoras de la situación de los expedientes señalan a elEconomista que han sido varios los factores que han afectado a este retraso. Por un lado, el escándalo alrededor del rescate de la aereolínea href="https://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/11139090/04/21/Analisis-de-las-cuentas-de-Plus-Ultra-1329-millones-de-perdidas-en-cinco-anos-sin-el-impacto-del-coronavirus.html">Plus Ultra que ha llevado a las portadas de todos los periódicos e incluso a la Justicia la decisión de dar este apoyo a la compañía. Por otro, el relevo en la presidencia de Sepi, que tras más de año y medio vacante, fue ocupada por Belén Gualda, hasta entonces presidenta de la pública Navantia.
Esta situación ha llevado a, en muchos casos, llegar al límite del plazo de seis meses que la norma da a Sepi para decidir sobre cada expediente. Por ejemplo, algunos como los de AlbaStar, Juliá o Wamos Air, se presentaron entre los meses de enero y febrero y, a día de hoy, siguen sin tener una respuesta. La normativa del fondo señala que transcurrido el plazo de seis meses sin que se haya dictado y notificado resolución expresa, se entenderá que la solicitud ha sido desestimada.
Llevar hasta el final el plazo supone, entre otras cosas, poner en jaque la viabilidad de muchas de las empresas que solicitaron la ayuda, más teniendo en cuenta que uno de los principales objetivos del fondo era ayudar a compañías en riesgo en el corto plazo.
Fuentes del mercado apuntan a este medio que los retrasos que se han ido acumulando en los últimos meses llevarán a "cargar los consejos de ministros de justo antes de las vacaciones de autorizaciones de rescate". En este sentido, las mismas fuentes apuntan a que el final de junio y el mes de julio serán fechas clave para "colar" la luz verde de algunas de estas solicitudes.
Hasta este momento se han aprobado solo cuatro expedientes: Air Europa, que solicitó 475 millones de euros y está inmersa en la operación de compra por parte de Iberia; Duro Felguera, compañía que estuvo al borde del concurso de acreedores tras la autorización del rescate; la polémica aerolínea Plus Ultra, en manos de empresarios ligados al régimen venezolano; y la unión de las agencias de viajes Ávoris y Halcón, propiedad de Barceló y Globalia, respectivamente.
Después de tres meses de parálisis casi total, todavía quedan en el cajón una treintena de expedientes, en gran medida de empresas turísticas, que esperan el visto bueno de Sepi para sobrevivir.
Los expedientes polémicos
Más allá de las compañías ligadas al sector turístico, también han cursado una solicitud otras empresas de lo más polémico. Es el caso de Abengoa, que el pasado mes de marzo, después de que la matriz se declarase en concurso voluntario de acreedores, pidió 249 millones a través de este instrumento. Esta cifra no es casualidad, ya que las ayudas que superen los 250 millones deben pasar la lupa de Bruselas, pero si están por debajo es suficiente con la autorización del Consejo Rector y el Consejo de Ministros.
Otra de las grandes polémicas es la del grupo Mediapro, en manos de Jaume Roures. La compañía pidió 230 millones de euros a Sepi pero la operación, al igual que el resto, se encuentra por ahora en stand by. Fuentes cercanas a la pública señalan a la relación de Mediapro con Podemos como uno de los motivos para las dudas a la hora de dar el ok.