Empresas y finanzas

La economía circular, motor de la inclusión laboral

  • Actividades como el reciclaje generan oportunidades de empleo abiertas a todos
Imagen: Dreamstime.

Gonzalo Urdiales
Madrid,

España genera cada año en torno a 135 millones de toneladas de residuos. Aproximadamente el 16% es responsabilidad de los hogares. Por ello, en el marco del Día Mundial del Reciclaje, que se celebra el 17 de mayo, es importante preguntarnos por el impacto ambiental de nuestros comportamientos cotidianos. Por ejemplo, pensando en el destino de los desperdicios y de aquellos bienes que, tras agotar su vida útil con nosotros, pueden reencarnarse para satisfacer nuevas necesidades. El reciclaje tiene, por tanto, un papel destacado en la economía circular, que no solo pasa por reutilizar los recursos, sino por emplear menos recursos en primer lugar.

Los datos apuntan a que hay mucho por hacer. Según Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea responsable del Pacto Verde Europeo, "en la actualidad, nuestra economía sigue siendo casi enteramente lineal, ya que solo el 12% de los materiales y recursos secundarios vuelve a entrar en el ciclo económico. Muchos productos se rompen con demasiada facilidad, no se pueden reutilizar, reparar ni reciclar, o están fabricados para un solo uso. Existe un enorme potencial que pueden aprovechar tanto las empresas como los consumidores".

Solo el 12% de los materiales y recursos secundarios que usamos vuelve a introducirse en el ciclo económico

En España, el margen de mejora es, en algunos aspectos, notable. Nuestro país presenta una baja tasa de reciclaje y reutilización de residuos municipales: solo el 34,7% se destinó al reciclaje y compostaje en 2019 -último año para el que existen datos de Eurostat-. La media de la Unión Europea está en el 47,2%. Todo ello pese al compromiso a nivel europeo, adoptado en 2008, de llegar a un 50% de reciclaje antes del año 2020.

Según Ecoembes, la organización que desde 1996 coordina el sistema que gestiona la recogida y separación de envases domésticos para su posterior reciclado, cada año se reciclan 1,5 millones de toneladas de envases en España. Entre otros beneficios ambientales, este proceso evitó en 2019 la emisión de 1,67 millones de toneladas de CO2 y el gasto de 6,36 millones de megavatios hora (MWh). Además, es importante destacar que un adecuado tratamiento y valorización de los residuos en plantas especializadas es fundamental para dar una segunda vida a muchos materiales, evitando el uso de nuevas materias primas.

Gestos pequeños, grandes oportunidades

"Cuando empezamos nosotros no se hablaba todavía de economía circular, pero sí teníamos claro que teníamos que acabar con la cultura de usar y tirar, que todavía nos está costando", cuenta Tomás Castillo, gerente de Saema, un centro especial de empleo participado por Fundación Repsol que se dedica a actuaciones medioambientales, en especial al tratamiento y recuperación de plásticos y residuos del contenedor amaraillo. "Con nuestro gesto de reciclar estamos contribuyendo a que personas con dificultades de empleabilidad o en riesgo de exclusión tengan una oportunidad de empleo, y creemos que esta vinculación social es un valor añadido muy importante", explica.

Saema es propietaria y operadora de una planta de selección de envases que realiza el servicio de reciclaje en el área de influencia de la bahía de Santander y la zona oriental de Cantabria. "Recibimos cada día en torno a 13.000 kg y vamos a procesar cerca de 5 millones de kg al año. Y queremos seguir creciendo". A través de un modelo de Formación Profesional Dual, Saema lleva más de 25 años trabajando por que "las personas con discapacidad tuvieran ocasión de aprender sobre la práctica y, a medida que se formaran, incorporarlas al empleo".

Castillo señala que el objetivo es que estas personas tengan su primera oportunidad en Saema para, después, seguir avanzando: "Intentamos que la mayor parte de las personas trabajen en otras empresas, no que se queden siempre trabajando con nosotros. Tenemos alianzas con más de 150 empresas y muchas, en cuanto tienen un puesto libre, nos llaman. En 2019 ya habíamos conseguido insertar en otras compañías a más de cien empleados".

"La inversión por parte de Fundación Repsol ha sido un impulso estratégico muy importante", apunta Castillo, para escalar este modelo de "economía social, respetuosa con el planeta, que genera empleos y oportunidades de tener vida propia para muchas personas con discapacidad... Tener detrás a una organización con la vocación de Fundación Repsol, con la que coincidimos en gran parte del propósito, nos va a permitir desarrollar más iniciativas". Y es que, en julio de 2020, Fundación Repsol adquirió un 35% de Saema a través de su programa de inversión de impacto, con el que promueve el desarrollo de empresas enfocadas en la transición energética y la inclusión de colectivos vulnerables en España y Portugal. El objetivo es impulsar el crecimiento de soluciones empresariales que, además de ser sostenibles económicamente, generan un alto impacto social y medioambiental.

Sostenibilidad en la España vaciada

Esta misma filosofía es la que persiguen Fundación Repsol e Ilunion con la creación de Recycling4all, una compañía especializada en el reciclaje industrial a gran escala de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, y a futuro también placas y paneles solares fotovoltaicos. Pedro Antonio Martín, director gerente de Ilunion Reciclados, que está al frente de esta empresa de reciclaje, señala que "nuestras plantas de La Bañeza (León) y Campo Real (Madrid) están en núcleos eminentemente rurales. Si ya es todo un reto conseguir que personas con discapacidad accedan al mercado laboral, en estos entornos rurales es, si cabe, aún más complicado. Este es un propósito que compartimos Ilunion y Fundación Repsol, poder ofrecer esas oportunidades de vida a todas estas personas. Hoy, estas dos plantas -con la parte de logística- generan más de 160 empleos, de los cuales más de 100 son personas con algún tipo de discapacidad".

"La alianza con Fundación Repsol es muy importante porque tenemos la misma visión en cuanto a la alta profesionalización de nuestra gestión, las formas de trabajar y, lo más importante de todo, nuestro propósito y nuestros valores corporativos. Tenemos claro que somos entidades que queremos generar impacto positivo social, no simplemente económico. Compartir esos valores y esa forma de hacer facilita que dos organizaciones como las nuestras puedan trabajar bien".

El año pasado, Recycling4all trató en sus dos plantas "14.500 toneladas de residuo, de las cuales más del 90% fueron reaprovechadas", añade Martín. "Son unas 13.000 toneladas que vuelven como nuevos recursos, 13.000 toneladas que no se han extraído de yacimientos naturales. No es poca cosa, porque en 2020, a pesar de la pandemia y el confinamiento. el día 22 de agosto ya habíamos consumido todos los recursos que puede generar nuestro planeta en un año completo. Es decir, que estamos viviendo cuatro meses a costa de las generaciones futuras".

La economía circular es, por tanto, un compromiso impostergable cuyos beneficios no son solo ambientales, como hemos visto. Apostar por "medidas ambiciosas" haría aumentar el PIB de la UE en un 0,5% adicional de aquí a 2030 y crear alrededor de 700.000 nuevos puestos de trabajo, según la Comisión. Ejemplos como el de Saema y Recycling4all muestran que existe todo un mundo de oportunidades abiertas para todos.