La digitalización impulsa la mejora de la eficiencia del sector industrial
- Las tecnologías ya existían antes de la pandemia; el secreto es generalizar su uso
elEconomista.es
Madrid,
La transformación digital de la economía española se ha acelerado en el último año como consecuencia de la pandemia y la generalización del teletrabajo. Para el sector de la industria, el reto consiste en aprovechar el menor coste de tecnologías ya existentes -como el 5G, la nube o el edge computing- para impulsar dicha digitalización y repensar la forma de sacarles partido.
Esta fue una de las conclusiones del Observatorio Reimagina España: La digitalización de la industria, organizado por elEconomista en colaboración con Microsoft. "El gran salto es el acceso a las tecnologías para las empresas, pero también para las personas que trabajan en esas empresas y para los emprendedores, de forma que cualquiera pueda usarlas para crear algo distinto", apunta José María de la Fuente, director de Manufacturing & Resources de Microsoft.
Laura Tordera, global head of Innovation en Ferrovial Construcción, señala como ejemplo de "democratización de los costes de la tecnología" la caída del precio de los sensores, muy evidente en el caso de los drones que hace apenas 15 años costaban cerca de 100.000 euros y hoy no llegan a 200, con una funcionalidad muy superior.
Pero quizá el ejemplo más claro de democratización tecnológica sea el uso de las plataformas y suites colaborativas que han permitido una extensión sin precedentes del teletrabajo. Según la consultora Randstadt 1.923.800 ocupados teletrabajaban de manera habitual en España en el último trimestre de 2020. Pese a que ello supone un descenso de más de un tercio respecto al pico del segundo trimestre, hoy trabajan desde casa el doble de personas que en 2019.
Tras este logro late, además, un cambio cultural motivado por la rápida formación de los trabajadores y el cambio en la percepción de las tecnologías dentro de las empresas. Como señala Victoria Gámez, directora de Soluciones Tecnológicas de Naturgy, "lo que demuestran estas tecnologías es que están al alcance de todos y que son muy fáciles de usar. No paramos en ningún momento nuestra actividad, aun estando el 80% de la plantilla teletrabajando".
En Europa, el 80% de los directivos asocia al teletrabajo una productividad igual o mayor que antes de la pandemia
La adopción de soluciones tecnológicas no solo ha permitido mantener la actividad, sino que se ha traducido en ganancias de productividad. Laura Tordera destaca que "los sectores que históricamente han invertido más en digitalización son los que más han aumentado la productividad. Hemos demostrado que la digitalización nos ha permitido seguir trabajando con el mismo ritmo, e incluso más".
Según un estudio de Microsoft, Boston Consulting Group y KRCResearch, en Europa ocho de cada diez directivos indican que el teletrabajo ha traído asociada una productividad igual o mayor, y un 56% ve en los modelos de teletrabajo un factor importante para la retención de talento. Este porcentaje crece hasta el 76% en España, donde el 83% de las empresas ya tiene una política de teletrabajo.
El cambio cultural, no obstante, va más allá del trabajo en remoto. Se trataría, según José María de la Fuente, de utilizar las palancas de la formación y la sostenibilidad para impulsar la digitalización y lograr "un grado superior de conocimiento y que tengamos sociedades y empresas basadas en la gestión de la información y de los datos a una escala muy superior", con el fin último de hacer más con los mismos recursos y tomar mejores decisiones.
Infraestructuras inteligentes
Según Javier Larraona, director de IT y Digital para Industrial Trading de Repsol, la transformación digital representa "un gran programa de transformación cultural que ha venido para cambiar radicalmente nuestra forma de relacionarnos con los datos". En el caso de Repsol, se ha puesto en marcha "una gran plataforma de data para convertirnos en una compañía data-driven y transformar la manera de tomar decisiones", con base en la inteligencia artificial (IA) y modelos predictivos y prescriptivos.
La integración de estas y otras tecnologías, como el Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) está detrás del desarrollo de lo que se ha dado en llamar infraestructuras inteligentes. Como explica René González Castro, director de Advanced Manufacturing & Equipment Standardization de Gestamp, la "fábrica inteligente consiste en un ecosistema de fábricas, conectadas entre ellas, con nuestros proveedores y nuestros clientes" con capacidad para analizar los datos masivos que genera esta interacción y optimizar la toma de decisiones en áreas tan complejas como la planificación estratégica. Además de la eficiencia, lo que se persigue, según González Castro, es una mayor flexibilidad, entendida como "capacidad de adaptación a los cambios".
Cambios que caracterizan singularmente al sector energético, muy enfocados al incremento de la sostenibilidad. En esta área, Victoria Gámez señala tres grandes tendencias: la electrificación, derivada de la necesidad de cumplir con el Pacto Verde Europeo y el compromiso de la "neutralidad climática" en 2050; la mayor eficiencia de la generación renovable y la "competitividad de los gases renovables, como el hidrógeno o el biometano", y "la evolución de un modelo centralizado de producción de energía a otro descentralizado".
Este contexto exige, según Gámez, transformar toda la cadena de valor de la energía, y en este proceso la digitalización es clave a la hora de "apoyar operaciones remotas en energías renovables", el "desarrollo de redes inteligentes con cada vez más interconectadas y automatizadas, y con capacidad para operar en remoto", y un mayor grado de autoconsumo asociado al auge del prosumer (el consumidor-productor). Todo ello requiere, además del impulso tecnológico, de la "simplificación de los procesos, la seguridad y la ciberseguridad y dotar a la organización de skills digitales.
Javier Larraona explica que Repsol ha llegado al ecuador de su programa de transformación digital habiendo alcanzado el breakeven, con una inversión de 150 millones anuales, estimamos obtener unos impactos de 800 millones de euros en 2022. Este programa tiene varios ejes donde la tecnología juega un papel determinante. Por un lado, "estamos intentando explorar las fronteras de la planificación" que exige una visión global de los activos "desde las materias primas que entran en nuestras plantas -químicas y refinerías- a los productos que salen de ellas".
Otro de los ejes del planteamiento de Repsol es la autonomía de las plantas, que nacen como "nativas digitales" de manera que "utilicen el dato como combustible". Esta mayor autonomía busca aumentar la eficiencia, la seguridad operativa y de las personas, y la predictibilidad. En este sentido, Larraona destaca el protagonismo de la multicloud híbrida, las redes de IoT "muy basadas en protocolos 5G" y el concepto de digital twin, que "permite compartir experiencias operativas" no solo con fabricantes, sino con competidores para lograr ventajas comunes.
Para Laura Tordera, la pandemia ha acelerado la transformación digital del sector de las infraestructuras y representado un momento histórico para poner en marcha ciertas iniciativas que de otra manera hubieran tardado mucho más tiempo. "Desde Ferrovial estamos apostando por nuevas formas disruptivas de movilidad basadas en tecnologías como el IoT, el blockchain o la IA", algunas de las cuales bien podrían parecer ciencia ficción.
Así, la compañía ha iniciado los trámites para el desarrollo en España de más de 20 vertipuertos 100% sostenibles conectados entre sí. Los vertipuertos son, en esencia, aeropuertos para taxis voladores -eléctricos- o, como se denominan técnicamente, aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL, por sus siglas en inglés).
Ferrovial también trabaja en con la empresa estadounidense HyperloopTT en el desarrollo de infraestructuras de superalta velocidad y muy bajo consumo energético en EEUU, como el llamado Great Lakes Hyperloop, que unirá las ciudades de Chicago, Cleveland y Pittsburgh.
Europa no es 'determinante'
El programa de aerotaxis de Ferrovial está sujeto al programa de Fondos de Recuperación Europeos, que, en opinión de Tordera pueden marcar la diferencia en el sector infraestructuras, rezagado respecto de otros sectores industriales. Sin embargo, el resto de ponentes descartó que su influencia fuera a ser decisiva.
En palabras de Javier Larraona, los fondos "son bien recibidos, pero no determinantes: visualizamos la transformación digital como una necesidad, y la llevaremos a cabo con o sin ellos". René González Castro señala que Gestamp ha presentado un proyecto con Microsoft como socio tecnológico, pero destaca que los fondos "no nos marcarán la hoja de ruta, pero quizá aceleren algunas cosas:lo que sí nos ha permitido es abrirnos mucho más a la colaboración con grandes empresas y también con pymes".
Victoria Gámez apunta igualmente que Naturgy ha planteado un centenar de propuestas para optar al programa europeo, pero "lo que haya que hacer lo haremos sin condicionarnos". Para José María de la Fuente el valor de los fondos está en que representan "un esfuerzo colectivo de reimaginar lo que vamos a hacer como sociedad".
Un futuro 'tecnificado'
En cuanto al futuro de la industria, las conclusiones del Observatorio son claras. Se trataría de utilizar los avances logrados en 2020 como estímulo y prueba de que cuando existe la necesidad, el sector ha demostrado su agilidad y disposición al cambio. Javier Larraona pronostica una industria "mucho más eficiente, muchísimo más segura y tecnificada".
René González Castro coincide y apunta a la necesidad que España, y en general Europa, tiene de "sacar la cabeza" y mejorar su competitividad en el escenario global: la digitalización es la "palanca" para lograrlo.
Por su parte, Victoria Gámez pone el foco en la relación con el cliente, que en el futuro cercano será "completamente digital y eficiente", donde la personalización del producto y su adaptación a los "tiempos de incertidumbre" es esencial. "Tenemos que reinventarnos por y para el cliente".
Laura Tordera coincide en la mayor tecnificación de la industria y anima a considerar el gasto en innovación "no como un coste, sino como una inversión". José María de la Fuente se muestra optimista ante lo logrado durante la pandemia e invita a despojarse de "complejos" y "dar un salto adelante con el uso de las tecnologías. Si tenemos las herramientas y las personas, podemos hacer algo diferente.