Ábalos estudia sacrificar los ingresos de Adif para 'salvar' a Renfe
- Plantea rebajar el canon que paga el operador al vincularlo a las plazas reales
- Retrasa más allá de 2022 los planes de ampliación de Barajas y El Prat
África Semprún
El Ministerio de Transportes estudia distintas alternativas para frenar las pérdidas de Renfe (123 millones hasta abril), que lleva operando bajo mínimos desde que se declaró el estado de alarma. Por un lado, la compañía ferroviaria busca renegociar a la baja los contratos con terceros mientras que, por el otro, el departamento que dirige José Luis Ábalos está analizando reducir la factura del canon que el operador tiene que pagar a Adif por utilizar las vías hasta que se recupere la normalidad. Es decir, sacrificar ingresos del gestor que preside Isabel Pardo de Vera, que también atraviesa problemas económicos, para ayudar a las cuentas de Renfe.
"Estamos viendo la posibilidad de modificar los cánones que paga Renfe a Adif para que sean abonados en función de las plazas realmente ofertadas, y no las que tiene el tren. De esta forma puede compensar algo las pérdidas de Renfe respecto al Administrador de Infraestructuras", ha asegurado Ábalos en su comparecencia en el Senado.
"Estamos viendo la posibilidad de modificar los cánones que paga Renfe a Adif para que sean abonados en función de las plazas realmente ofertadas, y no las que tiene el tren"
Esta opción se incluye dentro de una batería de medidas que el Ejecutivo ha puesto en marcha para paliar los efectos de la crisis del Covid-19 como puede ser "la aprobación del ingreso mínimo vital", la "extensión del periodo de reducción de las tasas a las compañías navieras hasta el 31 de octubre de 2020" o "la propuesta de creación de un fondo de ayuda para el transporte", tal y como ha señalado el propio ministro.
El Gobierno de Pedro Sánchez redujo al 15% la capacidad que Renfe podía ofertar de los servicios de AVE y Larga Distancia tras el decreto de estado de alarma, lo que se ha traducido en un fuerte descenso de los ingresos del negocio comercial, llevando a la división de viajeros, una de las pocas rentables, a perder 96 millones de euros entre enero y abril. A su vez, la restricción a la movilidad intraprovincial redujo la ocupación de los cercanías a un 10% de su capacidad en abril.
De cara a la reactivación de la movilidad, el Ejecutivo ha impuesto una serie medidas de seguridad sanitaria para limitar los contagios que obligan a Renfe a respetar la distancia social en sus trenes y de dejar dos asientos vacíos por fila (50% de la capacidad) cuando se permita la movilidad por todo el territorio y se empiecen a recuperar las frecuencias, lo que hará suban sus gastos operativos.
Ante la reducción de la oferta, Transportes busca adaptar el canon a la actividad real (lo que realmente puede vender) limitando sus gastos operativos. Entre enero y marzo pagó 299 millones a Adif por el canon, un 3,4% menos, mientras que los ingresos por la venta de billetes cayeron un 18%. Lo que no ha especificado es si sólo serán los cánones relacionados con los servicios de media y larga distancia o también se incluirán los Cercanías, que registra una caída de los ingresos.
Renfe Viajeros pierde 96 millones hasta abril por la caída de los ingresos
Las necesidad de respetar la distancia social en el tren también ha dejado en el aire el lanzamiento del AVE de bajo coste, Avlo, ya que su rentabilidad depende de una alta ocupación que no es posible actualmente. "El modelo de negocio es imposible actualmente al no poder garantizarse la distancia social", explica Ábalos en el Senado.
La medida deja a Adif en una posición de debilidad por lo que se plantea que la compañía pueda ser compensada de alguna otra forma."El escenario con el que trabaja el gestor es que sus ingresos van a sufrir mucho este año y es que viene. Ya lo tienen proyectado son conscientes de que va a a ser un año complicado", explican fuentes cercanas a la empresa.
Aplazar las ampliaciones de Aena
En lo que respeta a Aena, la recuperación de los niveles de tráfico aéreo del año 2019 no se producirá hasta el año 2022 o 2023, por lo que aunque el gestor considera que las inversiones previstas para las ampliaciones de los aeropuertos de Madrid y Barcelona siguen siendo necesarias, los efectos de la crisis sobre el volumen de pasajeros "puede llevar a que el plazo de inicio se dilate más allá del 2022", señala Ábalos. En cuanto a las inversiones que se han paralizado este año por la crisis del Covid-19, muchas de ellas se pospondrán a 2021.
Y es que, tal y como adelantó este diario, la compañía que preside Maurici Lucena frenó las inversiones, suspendió contratos y dejó en cuarentena la ampliación de la red de aeropuertos por la debilidad de la demanda prevista, que golpeará de lleno a sus ingresos. La ampliación de El Prat y Barajas está presupuestada en unos 3.000 millones de euros y buscaba elevar hasta los 80 millones de pasajeros la capacidad del aeródromo madrileño frente a los 70 millones actuales y aumentar la del catalán de los 55 a los 70 millones. Ver más en: Aena deja en el aire la ampliación de Barajas y El Prat por más de 3.000 millones