Empresas y finanzas
El Frob pierde 282 millones, un 70% menos, por los deterioros en la matriz de Bankia y Sareb
- Recupera 20,3 millones por las infracciones de los bancos que recibieron ayudas
Eva Díaz
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) cerró el ejercicio 2019 con unas pérdidas de 282 millones de euros, un 70% menores frente a los números rojos de 905 millones de un año antes. El organismo que encabeza Jaime Ponce explica este miércoles en un comunicado que las pérdidas se deben en su mayoría a los deterioros registrados por la valoración contable de sus participadas y en el margen financiero del Frob.
Concretamente, el organismo participa en BFA, matriz de Bankia, y en la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Así, el Frob estima que el valor contable de su participación en BFA ha tenido un impacto negativo en su cuenta de resultados de 29,8 millones de euros. La institución tiene el 100% de BFA compañía que, a la par, posee el 61,8% del capital de la entidad financiera. Tras el deterioro de su participación, el valor neto del fondo en BFA asciende a 9.530 millones de euros.
Adicionalmente, el Frob ha registrado un deterioro de la inversión del organismo en la Sareb por un total de 169 millones de euros correspondiente a la deuda subordinada suscrita. "Con este deterioro, se culmina el saneamiento de la inversión del fondo en Sareb, que se viene realizando desde 2014", destaca el fondo.
En el activo del balance se recogen principalmente la participación en la matriz de Bankia y la posición de tesorería del Frob, materializada en deuda pública y en depósitos en el Banco de España. En relación con el pasivo, el organismo público se financia básicamente mediante el préstamo recibido del Estado que, a 31 de diciembre de 2019, tenía un saldo de 10.456 millones de euros. Esto hace que el margen financiero de la institución sea recurrentemente negativo, ya que los activos no generan ingresos financieros para compensar dicho gasto.
Así, el activo ascendió a 10.456 millones de euros en 2019, mientras que el pasivo a 11.207 millones de euros. Por tanto, el patrimonio neto de la organización resultó negativo por un total de 751 millones de euros. Para reequilibrar patrimonialmente las cuentas, se llevó a cabo una conversión del préstamo concedido al Frob por el Estado por un importe de 3.000 millones de euros, quedando tras la conversión un saldo vivo de 7.456 millones de euros. Con esta conversión, se reduce el pasivo y aumenta la partida de fondo patrimonial por ese mismo importe, con lo que el saldo del patrimonio neto asciende a 30 de abril de 2020 a un importe positivo de 2.231 millones de euros. "Esta conversión no supone inyección de nuevos fondos, ni afecta en modo alguno a la capacidad del Estado de recuperación de las ayudas públicas concedidas. Tampoco tiene impacto en déficit ni en deuda pública", aclara el fondo.
Seguimiento a la banca
Derivado de la labor llevada a cabo para la persecución y penalización de conductas irregulares detectadas en el seno de las distintas entidades de crédito que fueron receptoras de ayudas públicas, ya se han obtenido sentencias condenatorias en algunos de los procesos. Así, en 2019 se han recuperado importes en fase de ejecución que han supuesto un ingreso extraordinario de 8,5 millones de euros. Aunque, en su totalidad, las recuperaciones reconocidas ya por sentencia firme ascienden hasta la fecha a 20,3 millones de euros más intereses legales y costas.
El organismo, de cara a las perspectivas para el ejercicio 2020, señala que la crisis sanitaria afectará en el entorno económico e internacional, lo que podría tener un impacto sobre la actividad del Frob. Sin embargo, apunta a que en la actualidad aún es temprano para realizar una valoración sobre las consecuencias que tendrá el coronavirus sobre el fondo.
El margen financiero de la organización asciende a un importe negativo de 103 millones de euros, por los intereses pagados por el Frob al Tesoro como consecuencia del préstamo concedido por éste en 2012 para financiar su actividad. Respecto a la tesorería, asegura que dispone de una posición de suficiente (895 millones de euros) para hacer frente a sus compromisos previstos para los próximos ejercicios.
El organismo no financia sus gastos de explotación con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), sino mediante una tasa sufragada por la industria financiera. Esta ha supuesto un ingreso en 2019 cercano a los 18 millones de euros. Los costes de personal de 2019 fueron de 4,27 millones de euros, un 2,3% menos que en el ejercicio anterior.
Finalmente, el Fondo de Resolución Nacional (FRN) ha registrado un resultado positivo de 765.000 euros, procedente de la recaudación de las contribuciones al FRN realizadas por las empresas de servicios de inversión no incluidas en el ámbito de la supervisión en base consolidada de su entidad matriz realizada por el Banco Central Europeo (BCE) y por las sucursales en España de entidades de crédito y empresas de servicios de inversión establecidas fuera de la Unión Europea. El patrimonio neto del fondo asciende a 4,8 millones de euros, acumulando las contribuciones realizadas por estas entidades entre 2015 y 2019 (ambos incluidos).