Subir el IPC al 10% de las pensiones más bajas cuesta 300 millones extra, y a las más caras 3.000 millones
- Elevar el IPC al 10% de pensionistas que más cobran, se lleva el 25% del coste total
- La pensión media de las más bajas es de 269 euros al mes
- La pensión media de las más altas es de 2.665 euros al mes
Juan Ferrari
La nueva ley de la Seguridad Social establece que todas las pensiones tendrán que revalorizarse cada año con la inflación media del año anterior. Con un IPC que rondará el 8% este año, cumplir con el precepto legal el próximo año supondrá un incremento en el gasto de unos 12.000 millones de euros, teniendo en cuenta que la previsión es que el pago de los casi 10 millones de pensiones contributivas costará este año a la Seguridad Social uno 151.000 millones de euros.
Sin embargo, dado la amplia horquilla existente entre la pensión máxima contributiva y la mínima, el coste de subir unas y otras el 8% tiene un efecto muy diferente en las arcas de la Seguridad Social.
Así, según los cálculos realizados por eE, revalorizar el millón de pensiones más bajas –cobran de media 269 euros al mes, 3.762 euros al año– supondrá un sobrecoste de 300 millones de euros; sin embargo, elevar ese mismo 8% al millón de pensiones más altas –media de 2.665 euros al mes, 37.315 euros anuales– costará a las arcas de la Seguridad Social casi 3.000 millones (2.967 millones).
Un 2,5%, frente a un 24,6%
O dicho de otro modo, el 10% de las pensiones más bajas serán responsables del 2,5% de los 12.000 millones de incremento del gasto, mientras que el 10% de las más altas se comerán el 24,6% del sobrecoste de 2023.
Si en vez de dividir las pensiones por deciles se hace por cuartos, el impacto es todavía mayor. El 25% de las pensiones más altas se llevaría casi la mitad de los 12.000 millones de subida, 5.920 millones según los cálculos de eE. Unas cifras que coinciden con las publicadas en Twiter por el economista Juan F. Jimeno que calcula que la revalorización de las pensiones de menos de 9.500 euros al año, que suponen el 32% del total, tendrá un coste de 1.600 millones –13,4% del coste total–; los que están entre 9.500 y 11.550 euros al año, el 18% del total, se comen 1.550 millones –12,9% del total–; las pensiones entre 11.550 y 18.900 euros al año, el 25% del total, costarán 2.925 millones de euros –24,4%– y, por último, las pensiones que superan los 18.900 euros al año, que son el 25% restante, costarían 5.900 millones de euros, el 49,2% de los 12.000 millones.
Enrique Devesa
Unas cifras en las que también coincide Enrique Devesa, uno de los mayores expertos en pensiones en España y profesor de la Universidad de Valencia, que explica a eE que según sus cálculos, el 25% de los pensiones más elevadas le corresponde el 48,7% del gasto de la revalorización y si toman el 50% de las pensiones más elevadas, le corresponde el 73,3% del coste.
"Al 25% de las pensiones más bajas solo les corresponde el 9,8%"
Por lo tanto, concluye, "al 50% de las pensiones más bajas les corresponde el 26,7% del coste y al 25% de las pensiones más bajas solo les corresponde el 9,8% del total del coste de revalorización".
Unos 17.000 de impacto total
Sin embargo, el coste que deberá afrontar la Seguridad Social al revalorizar las pensiones un 8% supera los 17.000 millones de euros. A los 12.000 millones que supone la revalorización de las pensiones contributivas, hay que sumar el impacto sobre las pensiones de los trabajadores públicos (clases pasivas) que supondrán otros 1.500 millones.
Y, por último, hay que contabilizar el deslizamiento que supone el aumento del número de pensiones en 2023 y el incremento del coste medio de la pensión que se calcula en otro 2,5% de los 151.000 millones de gasto de 2022: otros 3.500 millones.
Impacto por deciles
En el trabajo de este diario queda patente el impacto que tiene elevar el 8% a cada millón de pensiones incluidos en los diez deciles organizadas de las más bajas a las más altas.
Así, el primer millón de pensiones tendrá un sobrecoste de 300 millones (2,5% del total), el segundo 533 millones (4,4%), el tercero 717 millones (5,9%), el cuarto millón costará 792 millones (6,6%), el quinto, 861 millones (7,1%), el sexto 1.002 millones (8,3%), el séptimo decil 1.245 millones de euros (10,3); el octavo 1.245 millones (13%) el noveno 2.093 millones (17,3%) y el último, el millón de pensiones más caras, costará subirlas un 8% 2.967 millones de euro (el 24,6% del total del sobrecoste de 12.000 millones de euros).
Radiografía de las pensiones
El mes de julio, la Seguridad Social abonó 9,95 millones de pensiones que cobraron algo más de 9 millones de personas, pues es frecuentes que se cobre más de una pensión.
Del total de los 9,95 millones, 952.409 fueron de incapacidad permanente, que suponen el 9,6% del total. Las de jubilación son la mayor partida, 6,25 millones de pensiones que suman el 63% del total. La segunda mayor partida son los 2,35 millones de pensiones de viudedad, el 23,7% del total, y en menor medida, se abonaron 342.264 de orfandad, el 3,4%, y 44.420 en favor de familiares, un 0,5%.
Según los datos facilitados por la Seguridad Social, la pensión media de julio fue de 1.090 euros (en el cálculo realizado por el eE, sale algo menor por los ajustes de los cálculos, 1.085 euros). La pensión de jubilación media fue de 1.255 euros, que en el régimen General se eleva a 1.403 euros, autónomos 835 euros, Minería del Carbón 2.446 y Régimen del mar, 1.393 euros.
Subidas escalonadas
Numerosos economistas, apoyados por el Banco de España, han lanzado un debate en las redes sobre la necesidad de realizar subidas escalonadas para reducir el impacto de elevar un 8% por igual a los 10 millones de pensiones que se abonan cada mes. Hay diversas propuestas.
Recientemente, el economista Ángel Martínez sugiere subir a los deciles del 1 al 3 el 8%, del 4 al 6 un 6% del 7 al 9 un 4% y al último decil, solo el 2%. Con eso se ahorraría un 40%, y se rebajaría el coste de 12.000 a 6.800 millones.
Los que se oponen a una subida escalona, argumentan que se rompe la contributitividad. Los que más cobran, también han cotizado más.