El riesgo de que las bolsas pudieran caer a cuchillo, de forma vertical y sin descanso alguno, se canceló la semana pasada después de que de forma general los principales índices europeos, salvo el DAX 30 alemán, consiguieran cerrar el hueco bajista que abrieron a comienzos de la semana anterior, tras superar niveles como eran los 8.808 puntos del Ibex 35.
Esto fue una señal de agotamiento vendedor que ya planteó la posibilidad de asistir a un rebote sostenible más allá de un par de jornadas. En cualquier caso, seguimos en nuestros trece de que este rebote e intento de reconstrucción alcista es poco creíble y debería servir para que aquellos inversores que tengan una exposición a bolsa elevada puedan disminuirla, ya que todavía es muy elevado el riesgo de que las caídas vuelvan a imponerse en cuanto concluya el mismo. Por tanto, a corto plazo se puede respirar pero no hay que dormirse.
Como no podía ser de otra manera, el rebote en las bolsas europeas ha venido apoyado por una reacción alcista también al otro lado del Atlántico, la cual no nos sorprende después de que el S&P 500 alcanzara la zona de soporte y de giro potencial que sugeríamos vigilar en Ecotrader, concretamente los 2.600 puntos, que es la base del canal que viene acotando la tendencia alcista desde comienzos de año.
Desde ahí vemos del todo normal que se forme un rebote que la sobreventa hace días que pedía a gritos, pero que mucho nos tememos va a ser también vulnerable ya que todavía es muy precipitado descartar nuestra hipótesis principal, concretamente aquella que defiende que es muy difícil que Wall Street retome su impecable tendencia alcista principal sin antes alcanzar e incluso amagar con perder sus soportes urbi et orbi que de forma general se encuentran en los mínimos del año, como son los 2.532 del S&P 500.