Los principales indicadores de Wall Street han cerrado la primera sesión de la semana con tono mixto después de que un nuevo desplome del precio del petróleo haya pesado más que los buenos resultados con los que ha comenzado esta temporada.
Así, se ha salvado de las caídas el Dow Jones, que se ha anotado un 0,18% hasta los 25.064 puntos. Por contra, el S&P 500 se queda en los 2.798 enteros tras ceder un 0,1% y el Nasdaq 100 se deja un 0,24% y marca los 7.357 puntos.
Desde el punto de vista técnico, "la jornada de ayer no provocó ningún tipo de cambio analítico que resulte destacable por lo que se mantiene la situación alcista que presentan los índices tecnológicos tras haber conseguido a corto superar el origen de la última consolidación, lo cual habilitó que marcaran un nuevo alto de todos los tiempos y volvieran a entrar en subida libre", explica Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader.
"Esto es de todo menos un signo de debilidad y encaja a la perfección con la hipótesis que venimos señalando desde hace semanas, concretamente aquello que defiende que aún podríamos ver mayores alzas hacia el techo del canal alcista que viene acotando las subidas del Nasdaq 100 durante los últimos meses, que aparece actualmente por los 7.600-7.700 puntos", concluye el experto.
La temporada de resultados ha comenzado con algunos de los grandes bancos, como es de costumbre, en los que ha destacado J Morgan, que tras anunciar los suyos, hoy ha rebotado más de un 4% en la sesión, contagiando a su vez a Goldman Sachs, que lo hará mañana.
Hoy también, pero tras el cierre, ha anunciado sus cuentas Netflix que, pese a mejorar todas las estimaciones de los analistas, ha llegado a caer más de un 13% en el mercado after-hours.
No obstante, el sector energético ha contrarrestado estas subidas ya que el petróleo ha profundizado en su caída, esta vez con más de un 4% en el caso del barril de Brent, que marca mínimos no vistos desde abril en el entorno de los 72 dólares. La causa ha sido que Trump haya amenazadoc on sacar al mercado parte de sus reservas para reducir los precios, además de que Arabia Saudí puede estar ofreciendo más crudo a sus clientes de lo que esperaba el mercado.