Pese a las ganancias vistas en buena parte de la mañana del martes, el frenazo en el crecimiento de las ventas minoristas en Europa y el discurso del nuevo Gobierno italiano prometiendo un "cambio radical" en el país transalpino, sirvieron de excusa perfecta para que los bajistas tomaran el mando en las principales bolsas europeas y para no permitirles a estas cerrar los huecos bajistas que abrieron hoy hace una semana.
Se trata de niveles como los 9.765 puntos del Ibex, los 3.482 puntos el EuroStoxx 50, los 12.863 puntos del Dax alemán y los 5.509 puntos del Cac.
"Cerrar una sesión por encima de esas cotas es el requisito que se viene exigiendo desde Ecotrader para dar fiabilidad al actual rebote", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. "Y es que, de conseguirlo", continúa el experto, "se alejaría el riesgo de que las alzas sean vulnerables y previas a mayores caídas".
Sin embargo, los selectivos han fracasado en su intento de superar dichas zonas, lo que ha hecho que se enciendan algunas señales de alarma entre los inversores del Viejo Continente.
En este sentido, la pérdida de soportes de corto plazo que el Ibex 35 encuentra en los 9.632 puntos sería de todo menos algo alcista y abriría probablemente la puerta a una recaída a los mínimos del año.
"Si eso sucede muchos nos tememos que veremos una continuidad de la corrección de las últimas fechas", asegura Cabrero que afirma que el Ibex 35 podría dirigirse en ese caso a buscar los 9.327 puntos.
En ese sentido, puede jugar en su contra a la hora de lograr sus objetivos, el informe del Banco Mundial en el que alerta de una desaceleración en el crecimiento de la economía mundial por el proteccionismo esbozado a lo largo de los últimos meses por parte de varias de las grandes potencias económicas mundiales y por los riesgos financieros y la paulatina subida de los tipos de interés que se espera en algunos países.
Por el contrario, a favor del Ibex 35 está el intento, por parte del nuevo ejecutivo español, de desmarcarse de la imagen italiana con el nombramiento de un gobierno marcadamente europeista.