Las bolsas mundiales cierran una semana en la que se ha desatado el miedo entre los inversores y esto les ha llevado a cumplir con el patrón clásico del mercado: se han extendido las ventas en la renta variable, provocando que las principales plazas europeas testen sus soportes (mínimos del 24 de abril), y han vuelto las compras para buscar refugio en los bonos -sobre todo, el alemán y el papel americano-, en las divisas -como el yen y el franco suizo- y, sobre todo, en el oro, el clásico cobijo.
En Wall Street, este contexto ha propiciado una corrección que desde Ecotrader de considera "sana". "Ya veníamos advirtiendo de cierto agotamiento comprador y de la posibilidad de ver un techo temporal en los ascensos, algo que fue refrendado con la perdida de los primeros soportes de corto plazo que veníamos vigilando, como eran los 2.460 puntos de S&P 500 y los 5.847 puntos del Nasdaq 100", explica Carlos Almarza, estratega de Ecotrader.