Una guerra comercial sin visos de resolverse, el esperado retraso en la subida de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), la crisis de algunas de las grandes divisas emergentes como la lira turca, el peso argentino o el rand sudafricano... Han sido muchas las excusas a las que se han ido aferrando analistas e inversores a lo largo de las últimas sesiones para no querer insuflar a los índices Europeos el impulso alcista necesario que les llevaran a alejarse de sus niveles de soporte.
El martilleo de estos niveles durante las tres últimas sesiones fue constante. Y al final, tanto va el cántaro a la fuente... El EuroStoxx 50 cedió ayer un 1,3%, que le hizo perder el soporte de los 3.340 puntos al igual que el Dax alemán tampoco pudo sostener los 12.100 enteros al cierre de la sesión.