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La 'fiera' de la tecnología se conforma con un aumento del beneficio del 11%

  • Si se mantienen las previsiones, la tecnología seguirá haciendo máximos históricos
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En la jungla bursátil estadounidense, la fauna es vasta y diversa. En ella conviven pulgas como Zix Corporation o Glu Mobile, consideradas como valores centavo, por cotizar por debajo de un dólar, con los verdaderos reyes de la selva, que en forma de león llegan representados por acciones tecnológicas como Facebook, Apple, Amazon, Neftlix o Alphabet (matriz de Google). Precisamente estos poderosos mamíferos se han convertido en el pilar que apoyaba en la semana que dejamos atrás que el S&P 500 haya culminado ya su periodo alcista más largo de la historia.

En este contexto, la pregunta que ronda la cabeza de muchos inversores es qué necesita comer este felino para estar bien alimentado, o lo que es lo mismo, qué grado de exigencia tienen las tecnológicas frente a otras industrias. Y al contrario de lo que muchos inversores pueden pensar, a la fiera del Nasdaq no hace falta atiborrarla con toneladas de carne para mantener su musculatura, con un pollo limpio se conforma. Al índice que aglutina a las 100 mayores compañías del sector se le requiere un incremento del beneficio del 10 por ciento para 2019 y del 11% para 2020, según datos de FactSet. Una demanda asumible si tenemos en cuenta que para el S&P 500 el consenso de mercado estima un aumento de las ganancias de un 9 y un 8% para los dos próximos ejercicios.

Esto significa que si se mantienen las previsiones, la tecnología seguirá haciendo máximos históricos -a media sesión del viernes se encontraba a un 0,4% de volver a batir esta marca-. Y si por el contrario el selectivo llegase a corregir hasta un 10%, la tecnología se desinflaría pero no llegaría a pinchar, porque a ojos de los expertos, no hay burbuja. Otro elemento a su favor es el buen momento que vive el dólar y que puede jugar a favor de la tecnología, ya que los especuladores están en el momento más alcista con la divisa desde la victoria de Macron en mayo de 2017, lo que eleva la rentabilidad en EEUU. "Los inversores se han acostumbrado a las FAANG como una fuerza omnipotente que ofrece un rendimiento superior impulsado por altas tasas de crecimiento, rentabilidad superior a la media y sorpresas constantes con sus beneficios", señala Peter Garnry, estratega jefe de Saxo Bank.

Al igual que con el mercado alcista de la década de 1990, las acciones de tecnología han liderado los beneficios y si hubiéramos invertido 1.000 dólares en el sector en marzo de 2009 ahora valdrían 6.326 dólares, sin ajustar la inflación, según señalan desde Schroders.

No es para menos, según los datos de FactSet, solo en el segundo trimestre, el 90% de las compañías tecnológicas ha presentado beneficios por encima de lo previsto. En algunos casos, como el de Amazon, las sorpresas han sido suculentas, con la minorista online de Jeff Bezos registrando una de las mayores diferencias entre las expectativas del mercado y el beneficio por acción registrado (2,48 dólares vs. 5,07 dólares).

Paladares menos refinados

La dieta más frugal es la de Apple. Después de que su manzana mordiera el billón de dólares de su valor en bolsa al calor de sus resultados trimestrales, cuando aumentó sus beneficios un 32% y batió las expectativas, la compañía se ha quedado sin potencial en el parqué. El consenso de mercado estima que sus ganancias aún crezcan un 6% hasta 2019, y un 3% de cara a 2020, hasta los 64.000 millones de dólares.

Para Intel no se espera un incremento de beneficios el año que viene respecto a éste, pero sí que éste aumente algo más de un 6 por ciento para 2020. Microsoft, Cisco y Comcast cuentan con previsiones de crecimiento muy asumibles -un 6,5% de media para 2019, y de un 9,5% para el año siguiente-.

Entre los grandes valores por capitalización bursátil, el animal más hambriento de mayores ganancias es Amazon, para el que se espera el mayor incremento para el próximo bienio, con un aumento del 51%, hasta los 19.640 millones de dólares. El aumento exponencial de sus ventas año tras año, con la mejora paulatina de los márgenes, hace que el beneficio del gigante online crezca a pasos agigantados. De hecho, en 2016 apenas ganaba 240 millones de dólares y para este año el mercado ya calcula que llegue a los 8.600 millones, que pasarán a ser casi 12.990 el ejercicio próximo, lo que cuadruplica el obtenido en 2017.

Amazon fue la única compañía de las FANG -excluyendo a Apple- que resistió ajena a las fuertes caídas que protagonizó la tecnología a finales de julio gracias precisamente a lo positivo de sus últimos resultados trimestrales, cuando Facebook y Twitter sufrieron importantes descensos al decepcionar con sus datos sobre la ralentización y pérdida de usuarios, respectivamente. Fue esa cifra la que hizo saltar las alarmas, ya que lo que ha empezado a pesar en la mente de los inversores son los signos de estancamiento que comienzan a mostrar en su crecimiento de usuarios desde que cotizan, especialmente la primera. Pero en lo que al beneficio neto esperado, el optimismo sigue presente. La previsión para Facebook de cara a 2019 es de un 16% más que en 2019, y de un 12,6% para 2020, hasta los 27.811 millones de dólares.

Alphabet también cuenta con gustos gastronómicos sofisticados. Los expertos estiman que el crecimiento previsto para los dos próximos ejercicios suba un 19,5% y ha ganado atractivo tras presentar sus resultados trimestrales. Desde JP Morgan afirman que "los fundamentos de Alphabet son sólidos y que la compañía seguirá beneficiándose del aumento en el volumen de clics".

El motor de Wall Street

El pasado miércoles, tras haber tocado nuevos máximos un día antes, el indicador de cabecera de muchos inversores americanos acumuló 3.453 días hábiles sin haber registrado una hecatombe del 20%, lo que significaría poner fin al ciclo en curso y caer en los infiernos de un mercado bajista.

De esta forma, el S&P 500 no solo marcaba un nuevo hito sino que sigue la estela alcista de otros indicadores más selectos, como es el caso del Nasdaq 100 o su hermano mayor, el Nasdaq Compuesto, acostumbrados a tocar nuevos récords durante los últimos meses, gracias al poderío de las tecnológicas.

Precisamente, si echamos la vista atrás, desde aquel 9 de marzo de 2009, cuando el S&P tocó fondo en medio de la truculenta recesión provocada por la crisis financiera, el sector tecnológico ha acumulado una rentabilidad del 542%, si tomamos como referencia el cierre del pasado 10 de agosto. Por el contrario, el propio índice se queda atrás con una revalorización de aproximadamente el 319%. Es por ello que, en estos momentos, 10 de sus mayores componentes, de los que siete son compañías tecnológicas, han generado más del 62% de la rentabilidad acumulada en lo que llevamos de año y supongan el 23% de la capitalización de mercado del indicador.

Según algunos parámetros, el mercado alcista más largo de la historia duplica en duración a la media de los últimos 12 registrados desde 1947, pero sigue quedándose corto en la rentabilidad acumulada cuando se compara con el ciclo anterior, el de la burbuja tecnológica, que entre el 11 de octubre de 1990 y el 24 de marzo del 2000 registró una revalorización del 417%.

Algunos puristas del mercado también consideran que la estela alcista debe mantenerse hasta el 3 de abril de 2021, para realmente cantar victoria. Aún así, al contrario que el reventón sufrido por la tecnología en aquel momento, es imposible obviar que en ciclo actual, titanes como Apple y su sólida posición tanto en materia de ingresos y flujo de caja han jugado un papel fundamental a la hora de alicatar esta escalada.

"Apple se ha convertido en la primera compañía estadounidense en valer un billón de dólares, pero este hito no es una anomalía ya que el 1% de las compañías estadounidenses más importantes ha superado a sus rivales desde la crisis financiera de 2008, con la mayoría de sus avances registrándose en los últimos cinco años", destaca John Rekenthaler, vicepresidente de análisis en Morningstar. Este experto explica como durante este periodo de tiempo, las grandes tecnológicas que han hecho crecer sus beneficios con mayor rapidez han tendido a registrar la mayor retribución en bolsa, como es el caso de Amazon o Facebook.

La última encuesta de gestores de fondos de Bank of America Merrill Lynch apuntaba que los inversores globales cuentan con una gran sobreexposición a la renta variable estadounidense y especialmente en las FAANG, ya que siguen favoreciendo el crecimiento sobre el valor. Precisamente, esta situación sigue generando cierta inestabilidad, ya que según indica Savita Subramanian, las mayores posiciones a largo y corto plazo se concentran en el sectorial tecnológico.

Desde Goldman Sachs, su analista Ben Snider señala como a comienzos del trimestre en curso casi un centenar de fondos de cobertura contaban con Facebook como uno de los 10 valores con más peso en su cartera. "La tecnología sigue suponiendo el mayor peso de la cartera de estos fondos, representando alrededor del 25% del total neto", aclara.

Pero es hora de mirar hacia adelante, en un momento en que la red social de Mark Zuckerberg enfrenta nuevos retos, tanto desde el punto de vista regulatorio como del propio negocio. Para algunos, como Jeremy Zirin, estratega jefe en EEUU de UBS, el futuro a medio plazo sigue siendo bueno. "El crecimiento de los beneficios para el sector tecnológico probablemente superará al mercado en los próximos años gracias a factores como la movilidad, la computación en la nube, la ciberseguridad, la publicidad en línea y el comercio electrónico", justifica.

En Credit Suisse, su analista Jonathan Golub estima que su cartera TECH+, que incluye 25 de los grandes valores tecnológicos estadounidenses, aumentará sus ingresos en un 9,4% el próximo año mientras que los beneficios crecerán un 12,1%.