El dividendo de Vodafone es el más atractivo entre las grandes telecos europeas no solo porque es el que mayor rentabilidad ofrece -se espera que supere el 6% en 2018-, también porque ésta es la que más se desmarca del interés de su último bono a 10 años emitido en euros. Según las estimaciones, la rentabilidad de los pagos que la operadora británica realizará el próximo ejercicio a sus accionistas superará en casi 5 puntos porcentuales el interés del papel emitido recientemente -1,157%-. Este diferencial no alcanza los 3 enteros en el caso de Telefónica -cuya retribución en 2018 se irá al 4,5%- y se queda, asimismo, por debajo de los 4 puntos en el de Orange y en el de Deutsche Telekom -ver gráfico-.
El incremento de la brecha entre la rentabilidad del dividendo de una teleco y el interés de su deuda es un factor que propicia que ciertos inversores se animen a mover su dinero de la renta fija a la renta variable para conseguir retornos más atractivos en un sector que, además, se sitúa entre los más retrasados de la bolsa europea. Como recuerda el equipo de análisis de Andbank, "fue el peor en 2016" y también lo es en los últimos 6 meses -pierde un 5% situándose las grandes operadores entre las que más sufren-, mientras que, en conjunto, el Stoxx 600 gana cerca de un 2%.