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Cuánto dinero se puede perder los próximos años si solo se invierte en renta fija

7:13 - 24/11/2017
  • En 2017 el 45,1% de los fondos de renta fija y monetarios acumula pérdidas

La normalización de la política monetaria del BCE será una realidad a partir de enero, cuando reduce a la mitad sus compras de deuda. Los expertos advierten de que hoy hay más opciones de perder dinero con la inversión en la deuda teóricamente menos segura que de ganarlo. Y dan cifras.

La última reunión del BCE dejó claras dos cosas. La primera que la barra libre de compra de deuda pública que inició el organismo presidido por Mario Draghi en 2015 empezará a disolverse tan pronto como en enero de 2018, cuando el BCE reducirá de 60.000 millones de euros a 30.000 millones mensuales la compra de deuda pública y privada en la zona euro; y la segunda, que esta medida se puede considerar como el principio del fin de una política monetaria acomodaticia que no se espera que se materialice en un alza de tipos hasta como pronto 2019.

Esta normalización monetaria ha vuelto a poner a la inversión en renta fija en la cuerda floja ya que implica que los inversores cada vez demandarán más rentabilidades por las nuevas emisiones de deuda, lo que impulsaría al alza su rentabilidades con la consecuente caída de sus precios. De ahí que no haya experto que no defienda que a día de hoy hay muchas más posibilidades de perder dinero con la inversión en renta fija, al menos en las emisiones históricamente menos arriesgadas, que de ganarlo. "Hemos tenido más de 30 años de mercado alcista en bonos y ahora estamos en un escenario de rentabilidades muy bajas. La habilidad de los bonos para aportar diversificación a las carteras es ahora muy limitada", apunta Maya Bhandari, directora de multiactivos en Columbia Threadneedle.

Esta misma semana la gestora EDM ha puesto cifras concretas al negativo impacto que tendrá en la deuda pública una subida de tipos. Según explica Eusebio Díaz, presidente de la gestora, "los dilemas más importantes en gestión los tenemos ahora en el mercado de renta fija. Los inversores conservadores tienen todo un reto ante sí porque hay mucho riesgo de precio en la deuda soberana. Por ejemplo una subida de un punto en los tipos de interés puede impactar en el bund un 9% a la baja". Una caída que se ampliaría, según sus cálculos, al 18% en el caso de que el alza de tipos se elevara al 2% y al 25% si llegase al 3%.

Pero no hay que esperar a que el BCE decida cambiar el rumbo de su política monetaria para darse cuenta que los inversores están ya empezando a deshacer sus posiciones en los activos de deuda menos arriesgada. De hecho, solo en España los inversores han reembolsado este año de fondos de renta fija y monetarios un total de 2.855 millones de euros, según los datos de Inverco quizá movidos por el hecho de que en lo que va de año el 45,1% de los fondos de este tipo (no se incluyen monetarios) acumula ya pérdidas anuales cuando en 2016 esa cifra era de solo el 19 por ciento (ver gráfico).

"No vemos valor en deuda pública ni en activos investment grade", apunta Eduardo Roque, director de inversiones de Mutuactivos. Una idea con la coinciden gestoras como Robeco o BlackRock, dos de las firmas que elaboran estudios sobre la expectativa de rentabilidad que se puede esperar para cada activo de inversión. La primera espera que la rentabilidad del inversor que invierta en bunds pierda un 2,5% anualizado los próximos cinco años pero, además, prevé que quien lo haga en deuda de alta calidad crediticia asuma pérdidas anuales del 0,25%. Algo más optimista se muestran desde BlackRock ya que, con la excepción de la renta fija emergente, la deuda americana high yield y los bonos de inflación de EEUU, la previsión que manejan para la inversión en renta fija es inferior al 2% a 5 años y eso siempre y cuando el universo de esta deuda global. Y esa cifra, aunque puede tener sentido en un contexto de inflaciones bajas como el actual, no lo tiene tanto si, como pronostican los expertos, los precios van en aumento, aunque sea de una manera gradual. Ambas gestoras coinciden también en señalar a la renta variable en general como el único activo con el que aspirar a rentabilidades superiores al 5% y, más concretamente, a la bolsa emergente como el activo con las mayores posibilidades de revalorización a medio plazo.

Los malos augurios que se manejan para el mercado de renta fija no solo se producen desde el lado del análisis fundamental. También su perfil técnico deja pocas opciones a la idea de que la deuda pública mantenga el rally que ha protagonizado en los últimos años. "La reacción alcista que hemos visto desde la directriz la refuerza como el soporte que debe ser perdido de cara a que tengamos evidencias técnicas bajistas. En cualquier caso, pese al rebote de corto plazo, seguimos considerando que no habrá nuevos signos de fortaleza mientras no se superen los 163,50-163,75 puntos, que son los altos de septiembre y origen de la última corrección relevante en el precio", apunta Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader.

Con este panorama al inversor tradicional de renta fija solo le quedan dos opciones. O elevar el riesgo de su cartera en renta fija ya sea comprando fondos de renta fija flexible, duraciones cortas o incluso negativas o renta fija emergente (Ver: Seis alternativas para desbrozar el escaso interés de la deuda) o incluyendo, aunque sea en una pequeña proporción de su cartera, en función de su perfil de riesgo, un poco de renta variable en su cartera y ya no solo para ganar grandes rentabilidades sino simplemente para conseguir batir a la inflación y, por tanto, preservar el capital.