La tercera devaluación del yuan en lo que va de semana ha movido al alza al resto de divisas, entre ellas, el dólar. La fortaleza de la moneda estadounidense se ha notado en los precios del petróleo, que siguen registrando caídas. El barril norteamericano ha sido el más perjudicado y se aproxima a los niveles de hace seis años.
El West Texas se ha dejado este jueves un 2,56% y el precio del barril se ha colocado en los 42,2 dólares. El crudo estadounidense ha vuelto a mínimos de 2009, a pesar de repuntar hasta los 43,08 dólares el miércoles, aupado por la segunda depreciación de la moneda china.
La caída del Brent ha sido algo más moderado. El barril de referencia en Europa se ha dejado un 1,09%, hasta los 49,12 dólares, lo que le ha hecho perder de nuevo los 50 dólares.
Sin embargo, la inestabilidad en el mercado de divisas no es la única causa que está hundiendo el precio del petróleo. Los datos de la Agencia de Información Energética han vuelto a poner de manifiesto el exceso de oferta. Los inventarios de crudo de Estados Unidos continúan por encima de la media de los últimos cinco años. En concreto, la cifra se excede en 90 millones de barriles.
Esta cantidad podría seguir en aumento en el futuro. Los analistas no ven posible una reducción de la oferta hasta el cuarto trimestre de 2016, aunque el fin de las sanciones a Irán les hace dudar de sus predicciones, según apuntan desde Bloomberg.
El crudo no es la única materia que ha retrocedido a sus niveles de hace seis años: el aluminio también ha vuelto a mínimos de 2009. La decisión del Banco Popular de China ha repercutido en el precio de las exportaciones del metal industrial. El aluminio ha caído un 0,9%, hasta los 1.575 dólares la tonelada.
El dólar se ha convertido en una de las divisas más alcistas del día. Lo que ha provocado la subida del billete verde es que se ha reforzado la especulación de que la Reserva Federal procederá en poco tiempo a subir los tipos de interés, por primera vez desde 2006, después de que saliese publicado un buen dato de ventas al por menor. En concreto, se mostró un avance de la demanda en todos los sectores, desde el automovilístico hasta el textil.
El mercado de divisas sigue convulso desde que el pasado martes el Banco Popular de China decidiese devaluar la divisa del país. Dos días después y dos nuevas depreciaciones del yuan, el euro ha conseguido mantenerse por encima de los 1,11 dólares que reconquistó ayer, pese a haber cedido en la jornada cerca de un 0,2% frente al dólar.
Sin embargo, ha sido la corona sueca la que ha liderado las ganancias en la jornada y ha cerrado en verde en los 10 principales cruces que monitoriza Bloomberg. Los precios cayeron un 0,1% en el mes de julio, lo que sorprendió a los analistas que esperaban una reducción del 0,4%. Así, con la inflación bien encaminada, el Banco Central del país podría no verse obligado a llevar a cabo un recorte de tipos de interés, lo que ha provocado, según Bloomberg, que la corona se revalorizase alrededor de un 1,5% frente al euro, su mayor alza desde enero.