Situación de corto plazo:
Lo más destacable de la jornada de ayer fue ver como el S&P 500 (SP500.CH) comenzó a presionar la zona de altos que marcó el pasado mes de febrero en la zona de los 3.400 puntos, que son el techo del Covid-19. En este entorno de resistencia teórica habrá que ver cómo se comporta la presión compradora, pero hay que tener presente que el Dow Jones Industrial todavía tiene un margen de subida del 5,50% hasta la resistencia análoga que encuentra en los 29.600 puntos.
Mientras el S&P 500 y el Dow Jones Industrial piensan en recuperar y atacar los máximos del Covid-19, el Nasdaq 100 ha optado a corto por consolidar posiciones en un movimiento que no revestirá peligrosidad de cara al mantenimiento de la tendencia alcista mientras no veamos un cierre semanal por debajo de los 10.900 puntos, que es la parte inferior del hueco que generó al alza el principal índice tecnológico la semana pasada.
Mientras el Nasdaq 100 se mantenga a cierre semanal sobre los 10.900 puntos el control seguirá absolutamente en manos de los alcistas. Es más, para hablar de un techo temporal es necesario que el Nasdaq 100 pierda también la zona de los 10.700 puntos, que es por donde discurre la directriz ascendente que mostramos en el chart adjunto y que viene dando soporte a las sucesivas consolidaciones que viene desarrollando en los últimos meses. Mientras el Nasdaq 100 (NDX100.NQ) no pierda estos soportes consideramos precipitado reducir exposición al mercado norteamericano.
Situación tendencial:
El fuerte rebote visto desde los mínimos de marzo es una clara señal de fortaleza que aleja los riesgos de ver una caída por debajo de esos mínimos y una corrección del 50% de todo el rebote lo veríamos como una inmejorable oportunidad para comprar renta variable norteamericana con una visión de largo plazo.