Situación de corto plazo:
Para fiarnos de un contexto alcista sostenible en Wall Street, más allá del explosivo comportamiento de los índices tecnológicos, es necesario que el S&P500 (SP500.CH) y el Dow Jones Industrial consigan cerrar el hueco bajista que abrieron el pasado 11 de junio, para lo cual deben cerrar una sesión por encima de resistencias que encuentran en los 3.190 y los 27.000 puntos respectivamente.
Pues bien, al cierre de la semana pasada pudimos ver como el S&P 500 se quedó a un suspiro de superar esa resistencia de los 3.190 puntos, lo cual sería positivo a falta de que también lo lograra el Dow Jones Industrial, el tercero en discordia.
Un contexto de continuidad alcista es algo en lo que se podrá confiar mientras el Nasdaq 100 (NDX100.NQ) no cierre una semana por debajo de los mínimos de la semana anterior, algo que hace 16 semanas que no ocurre. Los últimos mínimos los ha establecido en los 10.500 puntos.
Situación tendencial:
El fuerte rebote visto desde los mínimos de marzo es una clara señal de fortaleza que aleja los riesgos de ver una caída por debajo de esos mínimos y una corrección del 50 y sobre todo un 61,80% de todo el rebote lo veríamos como una inmejorable oportunidad para comprar renta variable norteamericana con una visión de largo plazo.