Situación de corto plazo:
El rebote que estamos viendo a corto plazo en las principales bolsas norteamericanas no nos sorprende y encaja con el escenario que venimos manejando después de que a finales de la semana pasada tanto el S&P500 (SP500.CH) como el Nasdaq 100 (NDX100.NQ) alcanzaran con mucha sobreventa soportes muy importantes de corto/medio plazo, como supone la media de 200 sesiones en el principal índice tecnológico.
Este rebote de corto plazo, que ya ha recuperado la mitad de la última caída, es fruto de la extrema sobreventa y todavía es pronto para cantar victoria y para que se aleje el riesgo de asistir a otro latigazo bajista, que podría llevar a los índices estadounidenses a alcanzar los soportes verdaderamente importantes a medio plazo, como son los mínimos de junio en el S&P 500 en los 2.730 puntos. Hasta ahí todavía hay un margen de caída importante y si eso sucede las bolsas europeas podrían sufrir un varapalo de proporciones considerables ya que muy probablemente se dirigirían a los mínimos de diciembre de 2018.
Operativamente, nuestra intención es reducir la exposición a bolsa si el rebote de corto plazo va a más y lleva a los índices norteamericanos a recuperar el 61,80/66% de toda la última caída, como serían niveles resistivos de 3.185-3.200 en el S&P 500. En ese entorno seríamos partidarios de reducir la exposición a bolsa en unos 25-30 puntos, hasta el entorno del 50-60%, que es donde estaríamos más cómodos con la actual volatilidad. Cuando disminuya la misma y tengamos un suelo más fiable ya optaremos por aumentarla de nuevo.
Situación tendencial:
Los mínimos establecidos la última semana del año 2018 en los índices norteamericanos, tales como son los 5.895 puntos del Nasdaq 100, los 21.712 del Dow Jones Industrial (DJI.NY) y los 2.346 del S&P 500, han sido un suelo y el origen de la reanudación de la tendencia que desarrolla el mercado estadounidense a largo plazo. Mientras estos mínimos de Navidad no se pierdan la tendencia principal o de largo plazo se mantendrá alcista. Una vuelta a esos soportes de largo plazo sería altamente probable si se pierden los mínimos de junio de 2019, como son los 2.730 puntos del S&P 500.