Situación de corto plazo:
Las ventas volvieron a imponerse en Wall Street y eso provocó que de nuevo los principales índices norteamericanos pusieran a prueba la solidez de los soportes clave que venimos recomendando vigilar para el corto plazo, de cuyo mantenimiento depende que no se vean confirmados claros patrones de giro a la baja que abrirían la puerta a que finalmente tomara cuerpo un escenario lateral/bajista en Wall Street que serviría para aliviar la elevada sobrecompra que acumulan los índices estadounidenses tras fuertes subidas de las últimas semanas.
Estos soportes se localizan en los 5.197 del Nasdaq Composite (NASDAQ.NQ) o los 2.168 del S&P 500 (SP500.CH). Su cesión es algo que no nos sorprendería y que plantearía un contexto de mayores caídas que podría llevar al S&P 500 a la zona de los 2.100/2.120 puntos, que es la zona que recomendamos esperar antes de plantearse comprar bolsa norteamericana.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definen los principales índices norteamericanos desde el año 2008 / 2009 se mantiene del todo vigente y para que exista un deterioro en sus posibilidades alcistas es preciso que una próxima caída perfore los mínimos que se marcaron el pasado mes de enero y febrero, tales como son los 1.810 puntos del S&P 500, los 15.500 puntos del Dow Jones Industrial (DJI.NY) o los 4.100/4.200 puntos del Nasdaq Compuesto. El alcance de esta zona de soporte la vimos a comienzos de año como una inmejorable oportunidad para comprar bolsa estadounidense.