Situación de corto plazo:
El Ibex (IBEX.MC) logró ayer mantenerse sobre la resistencia que presentaba en los 8.740 puntos, que es la que frenó las subidas a mediados de marzo y también la semana pasada. Su ruptura en la jornada del martes se debió en gran parte al fuerte empuje del Santander, que logró batir resistencias que presentaba en los 2,97 euros. Esto es algo positivo pero hay algo que nos tiene con la mosca detrás de la oreja y es el hecho de que el BBVA todavía no haya conseguido romper resistencias análogas que encuentra en los 4,60-4,70 euros y que los principales índices europeos tampoco hayan logrado marcar nuevos máximos del año.
Si estas potenciales divergencias desaparecieran no nos sorprendería ver alzas que en cualquier caso vemos limitadas a los 9.000-9.250 puntos, desde donde podríamos ver una caída a los 8.200-8.270 puntos antes de ver una continuidad alcista hacia los 10.100 puntos.
Situación tendencial:
El alcance de la zona de mínimos de 2012 en torno a los 5.800-5.900 puntos ha logrado frenar la tendencia bajista que define el Ibex 35 a lo largo de los últimos años. Este entorno de soporte ha sido un suelo de largo plazo y el punto de origen de una tendencia alcista en próximos años. No habrá ningún signo de debilidad en sus posibilidades de reconstrucción alcista, que tiene como primeros objetivos la vuelta a niveles pre Covid en los 10.100 puntos, mientras no pierda los mínimos de octubre de 2020 en los 6.330 puntos, que ha pasado a ser ahora el segundo escalón dentro de esa tendencia alcista que nació en los 5.800 puntos.