Situación de corto plazo:
La potente caída que hemos visto durante las últimas sesiones ha llevado al Ibex 35 (IBEX.MC) a alcanzar la zona de soporte crítica en tendencia de los 8.600 puntos, que es la que junto con los 8.286 puntos (mínimos de 2018), debe mantener para que no se cancele su tendencia alcista principal. Por la zona de los 8.600 puntos se encuentra la tangencia con la directriz alcista de largo plazo, que surge de unir los mínimos de 2016, 2018 y de 2019. Esperamos que ahí se puedan sentar las bases para que las subidas se retomen.
Operativamente, en este entorno de gran soporte de medio/largo plazo de los 8.600 y manejando un stop bajo los 8.286 puntos, consideramos que la bolsa española es más un comprar que un vender. Si perdiera los 8.600 y sobre todo los 8.286 puntos se abriría la puerta a una probable caída del Ibex 35 hacia los mínimos del año 2013 y 2016 en los 7.565 puntos, esto supondría una caíd adicional del 10%, que encajaría con una vuelta del Eurostoxx 50 a los mínimos de 2018 en torno a los 2.910 puntos, que es el escenario bajista que manejamos si la principal referencia europea pierde los 3.240 puntos.
Situación tendencial:
Desde los mínimos que marcó el Ibex 35 durante la semana de Navidad de 2018 en los 8.286 puntos se están tratando de sentar las bases de una reestructuración alcista que lleve al selectivo a buscar en próximos meses objetivos que manejamos en los 11.200 y 12.000 puntos, que son los máximos de 2017 y de 2015 respectivamente. La tendencia alcista de largo plazo se mantendrá intacta mientras un eventual recorte no profundice por debajo de los 8.600 (directriz alcista) y sobre todo los 8.286 puntos, que son los mínimos de 2018.