Deporte y Negocio
¿Por qué pueden depender de Irene Lozano buena parte de las opciones de Iker Casillas y Mariano Rajoy para optar a la RFEF?
- El CSD ha de aprobar o rechazar el adelanto electoral pedido por Rubiales
- Si da luz verde, restará un tiempo valioso a las candidaturas opositoras
- Desde el organismo transmiten que la decisión no puede tomarse todavía
Sergio de la Cruz
Madrid,
El nombramiento de Irene Lozano como presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD) puede sorprender por su escaso bagaje en el mundo del deporte, pero no por su perfil político. Despues de su paso por la secretaría de Estado de la España Global necesitará de sus dotes de negociadora para solucionar diferentes papeletas pendientes de la anterior legislatura (sacar adelante el anteproyecto de la Ley del Deporte, gestionar el eterno enfrentamiento RFEF-LaLiga) y una de los más urgentes: decidir sobre el adelanto electoral para la presidencia de la federación de fútbol que ha pedido Luis Rubiales.
El presidente de la RFEF solicitó al CSD el adelanto de los comicios antes del 31 de marzo, lo que supone un problema en año de Juegos Olímpicos, ya que la Orden Ministerial establece que en estas circunstancias (siempre que la federación participe, y es el caso de la de fútbol) las elecciones deben celebrarse dos meses después de la finalización de los Juegos. Precisamente, dos meses son los que faltan para la fecha límite que quiere Rubiales.
Por la cercanía de los plazos, podría ser la primera gran decisión de Lozano al frente al CSD. La razón es que, en función de lo que se decida, la posibilidad de una oposición fuerte a Rubiales puede ser más o menos viable. En el horizonte, dos opciones que aún están lejos de ser una realidad: Iker Casillas y Mariano Rajoy.
Tanto el excapitán de la Selección como el expresidente del Gobierno han aparecido en las últimas semanas como posibles candidaturas, si bien la de Rajoy parece estar condicionada a lo que pase con la de Casillas, que sabrá en el mes de marzo si aún es apto para jugar al fútbol después del infarto que sufrió en mayo.
En todo caso, una y otra quedarían en una posición delicada en caso de que las elecciones fuesen adelantadas. Dos meses es un periodo de tiempo muy corto para la obtención suficiente de apoyos ante la opción de Rubiales, que contaría con los plazos a su favor en la búsqueda de la reelección.
La pelota está en el tejado del CSD, pero la decisión no se tomará de manera urgente. Fuentes del organismo aseguran a elEconomista que, al estar todavía en un periodo de transición (de hecho, Irene Lozano aún no ha tomado posesión), no se debe ejecutar medida alguna.
Las mismas fuentes aseguran que, antes de aprobar o rechazar la petición de Rubiales, la nueva presidenta del CSD tendrá que reunirse primero con los profesionales del organismo, los que están al corriente de los entresijos de una institución a la que Irene Lozano (y su equipo má scercano) acaban de llegar y en la que tienen que ponerse al día. Solo después podrá pronunciarse en un sentido u otro. A eso tendrá que esperar Rubiales...al igual que Casillas y Rajoy.
El tramo final de la legisltura de Rubiales se ha ido enturbiando por el estallido de una crisis de ética y su historial de enfrentamientos institucionales
Lo que en principio parecía una especie de trámite para el expresidente de AFE se ha ido complicando con el paso de las semanas. El estallido de una crisis de ética en la RFEF y las críticas recibidas incluso desde el Gobierno por el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí han puesto en el disparadero a una federación que, en algo más de año y medio, ha tenido un florido historial de enfrentamientos con LaLiga, los sindicatos del fútbol, Mediapro y Adidas.
La implicación de algunos miembros de su junta directiva en otras piezas de la 'Operación Soule' (como Andreu Subies y Antonio Suárez Santana, investigados por la Guardia Civil) y las dimisiones de diferentes miembros de la Comisión de Ética tras las trabas desde la presidencia a abrir expediente a Jacinto Alonso, presidente de la federación riojana, por un posible delito de corrupción, han enrarecido el ambiente prelectoral en Las Rozas.